Jorge Luis Borges escribió el poema ‘El amenazado’ como tributo a su alumna María Kodama, quien lo admiraba desde niña. María lo conoció a los 12 y a los 16 fue su alumna, lo acompañó en viajes, se convirtió en su secretaria, y fue la luz en su oscuridad y su compañera en el ocaso de su vida. María no sólo fue la confidente de Borges, al final de su vida los unió un profundo amor —y a ella la catalogaron como ‘la Yoko Ono de la literatura’ por razones que te explicaremos en este texto.
¿Qué edad tenía Borges cuando conoció a María Kodama?
Borges tenía 54 cuando conoció a María Kodama, aspirante a estudiante de literatura y quien finalmente lo logró al obtener la carrera en la Universidad de Buenos Aires, especializándose en literatura sajona e islandesa con traducciones al español. María, quien ya se sabía de memoria Two English Poems —los poemas en inglés de Borges— creó un vínculo con el argentino adelantado a su época, considerando especialmente la diferencia de edad de 38 años.
María Kodama, la compañera de Borges y heredera del legado
Borges decide hacer a María su secretaria cuando muere su madre de 97 años, Leonor Acevedo Suárez. El escritor empezaba a perder la vista y necesitaba a alguien que le acompañara en sus numerosos viajes. “Nunca se quejó, sabía que iba a quedar ciego porque era un mal hereditario”, dijo María a un dijo la literata en otra ocasión.
Murió María Kodama. La mujer a la que Borges le dedicó libros y poemas maravillosos. La última mujer que amo y lo amo.
Esta es de La Cifra (1981) entrevista en 2017.Pero la boda sí llegó a dos meses antes de que Borges falleciera por cáncer de hígado a los 86. Y lo que María sí considera como una de ‘las grandes historias de amor del siglo XX’ —pero “gracias al destino y la suerte”—, trasciende con la propia muerte de María Kodama a la misma edad de Borges, 86, el 26 de marzo de 2023.
Con esta unión el argentino concibió su última voluntad de volverla su albacea. Presidiendo la muerte del escritor, María creó la Fundación Internacional de Jorge Luis Borges, pero además de las caras del activismo ya se había ganado el señalamiento de conveniencia al casarse con él por volverse heredera —es “la envidia de algunos amigos”, mencionan en la autobiografía escrita por Mario Mactas. Y así despertó una ‘Yoko Ono de la literatura’, que presentó a su esposo con el mismísimo Mick Jagger y que lo que más amó “hasta el último día de mi vida, es que fue un ser totalmente ético, que no se dejó sobornar y nunca se traicionó a sí mismo”, dijo a La Jornada en 2009.