Qué ha pasado con Chelsy, la ex de Harry que alabó en su libro ‘Spare’ a pesar de estar con Meghan

Chelsy Davy fue novia del príncipe Harry en 2004 y hasta la soltería que anunció Chelsy en Facebook en 2009, y aunque parece que el duque de Sussex había dejado en el pasado a su ex, la hizo resurgir por dos razones: la mencionó de manera muy romántica en su libro ‘Spare’, y también para el juicio contra MGN (compañía de tabloides británicos) al demandarlos por intrusión a la privacidad. Te desarrollamos más la historia a continuación.

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¿Quién es Chelsy Davy, ex novia del príncipe Harry?

Chelsy Davy (nacida el 4 de septiembre de 1985) es una empresaria y exmodelo zimbabuense-sudafricana. Es hija de Charles Davy, un exitoso empresario legal de origen zimbabuense, y Beverley Donald, una exitosa diseñadora de moda sudafricana. Inició una carrera como abogada, pero coincidir con Harry en África —mientras éste estaba en su “periodo sabático que tomó entre la graduación universitaria y su ingreso en el ejército británico” (vía El País)— hizo que decidiera terminar sus estudios en Reino Unido y así consolidó una longeva relación con el nieto de Isabel II.

Después de trabajar para un prestigioso despacho de abogados, Chelsy le dio otro giro a su vida y se graduó del Instituto Gemológico de América en 2016, para después fundar su firma de joyas Aya. La vida amorosa la hizo caminar al altar con Sam Cutmore-Scott, un empresario zimbabuense con el que formó una familia.

   

La turbulenta relación de Chelsy y el príncipe Harry

Eran pocos los detalles de la relación entre Chelsy y Harry —más que el hecho de que era una relación a larga distancia en la que ocasionalmente asistían juntos a varios eventos deportivos. El noviazgo estuvo más que nada sesgado por la presión de los paparazzis por conseguir imágenes de los dos (en junto o separados); en 2009 una fuente confirmó a People que el royal y la heredera zimbabuense habían terminado: “aún siguen siendo amigos […] Han habido muchas razones [para la ruptura], pero baste decir que sintieron que había seguido su curso”.

Surgieron rumores de que habían regresado en 2011, pero nada pasó a otro plano. Chelsy recibió la invitación para la boda de Kate y William, pues permaneció como buena amiga de la antes duquesa de Cambridge y de la prima de su ex, Eugenia de York. También asistió a la boda de Harry con Meghan en 2018. Y aunque la empresaria y madre no dio testimonios rotundos de su experiencia con la presión mediática, Harry se dio a la tarea de exponerlo en su polémico libro ‘Spare’.

“Siempre había querido saber cómo sería conocer a una mujer y no ver cómo se quedaba atónita ante la mención de mi título, sino que yo consiguiera hacerla sentir así gracias a mi inteligencia y mis sentimientos. Con Chelsy era una auténtica posibilidad. No solo se mostró desinteresada en mi título, es que parecía que le aburría. ‘Ah, que eres príncipe, ¡menuda lata!’”, fragmentos de Spare.

“Chelsy no sabía nada sobre mi biografía y mucho menos sobre mi familia. Mi abuela, Willy, mi padre…, ¿quiénes eran esos? Mejor todavía, su falta de curiosidad era asombrosa. Seguramente ni siquiera sabía nada sobre mi madre; o era demasiado joven para recordar los trágicos acontecimientos de agosto de 1997. No podía estar seguro de que fuera así, claro está, porque debo decir en favor de Chelsy que no hablamos de eso. Pero sí hablamos del tema más importante que teníamos en común: África”, fragmentos de Spare.

     

En su memoria de 2023, el príncipe habló con cariño de su ex novia, diciendo que era “diferente” de otras mujeres que había conocido, y que ella no se preocupaba por las apariencias, la propiedad o la realeza; también que era “inmune a esa aflicción común llamada síndrome del trono”. Harry dijo que le encantaba la “sencillez” de Davy, y que ella no era “complicada”, y que era “la única persona que podía hacerme reír”.

“Estoy agradecido por el tiempo que pasamos juntos, y nunca la olvidaré”.

“Cuando [Chels, le decía de cariño] volvió a Ciudad del Cabo, me llamó y me contó que continuaban siguiéndola a todas partes y que estaba volviéndose loca. No se explicaba cómo era posible que supieran siempre dónde estaba o dónde iba a estar. No podía más. […] Chels insistió en que no estaba segura de si estaba preparada para aquello. ¿La vida entera con alguien pegado a sus talones? ¿Qué podía decirle? La echaría mucho de menos, muchísimo. Pero entendía muy bien que antepusiera su libertad. Si yo tuviera elección, tampoco querría vivir así”, fragmentos de Spare.

En ‘Spare’, Harry mencionó que a Chelsy le habían colocado un dispositivo de rastreo en el coche. Y precisamente estas acciones dieron pie al duque de Sussex para hacer la demanda contra el grupo de tabloides. Finalmente también redactó: “la atención de los medios fue intensa, y sabía que Chelsy no estaba preparada para ello. No le gustaba que la siguieran, y no le gustaba la forma en que la retrataban en la prensa. Era una persona privada y no quería que su vida fuera propiedad pública”.

Otras pruebas más que Harry y su equipo de abogados expusieron fueron las intervenciones de líneas telefónicas entre la joven pareja y una intrusión física mientras ambos estaban una pequeña isla en la costa de Mozambique. “Cada vez que él estaba en una relación, o incluso en una relación rumoreada, toda la familia de esa persona, y a menudo sus amigos, serían ‘arrastrados al caos’ y se encontrarían como objeto de actividades ilegales por parte de MGN”, dijeron los abogados (vía BBC).