El día que acusaron falsamente a la reina Isabel II por ‘tirarse una flatulencia’ frente a un mandatario

Su ex mayordomo cuenta en un programa la que podría ser la peor vergüenza de la vida de Isabel II frente a un mandatario

Recientemente vimos a la reina Isabel II en lo que podría ser el momento cúspide de su mandato: el Jubileo de Platino, donde la soberana celebró 70 años de reinado en una celebración a lo grande en Reino Unido. 

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No obstante, durante su mandato, su majestad también ha vivido momentos vergonzosos que por obvias razones no han salido a la luz. Pocas son las veces en las que podemos saber de primera mano de estos instantes poco favorables que han atravesado los integrantes de la familia real británica; sin embargo, el ex mayordomo de la reina, Paul Barret, relató una vivencia de la reina en la que pasó un momento realmente vergonzoso. 

En una transmisión del programa australiano ‘I’m a celebrity, get me out of here’, el ex mayordomo real contó que se encontraba la reina viajando en carruaje junto a su esposo Felipe, el duque de Edimburgo, así como el sultán de Baréin: 

“Imaginen la escena. Estoy sentado allí junto a la reina y al príncipe Felipe. A un lado de la reina estaba el sultán. La gente cantaba: ‘Dios salve a la reina’.

Fue entonces cuando ocurrió una ‘enorme explosión de viento’, es decir, una flatulencia que salió de uno de los caballos. Fue tan fuerte el olor que se extendió hasta el carruaje, lo que detuvo el diálogo de los que íbamos a bordo. 

El momento se tornó tan incómodo que la reina se inclinó hacia su esposo y le preguntó de forma discreta si pensaba que debía decir algo, a lo que el duque respondió que sí. Fue entonces cuando Isabel II se inclinó hacia el sultán, le tocó la rodilla y le dijo: “Siento muchísimo por ese ruido tan terrible”. 

El sultán se inclinó hacia ella y le respondió: “Está todo bien, su majestad, pensé que había sido uno de los caballos”. 

Y así fue como la mismísima Isabel II fue acusada falsamente de haberse ‘echado una olorosa flatulencia’, cuando en realidad había sido de uno de sus caballos.