Esta modelo de 71 años jamás se ha teñido el pelo en un acto de amor por la belleza del envejecimiento natural

¿Te imaginas comenzar tu carrera como modelo a los 68 años de edad? Pues así le pasó a la afamada Rosa Saito, quien a sus 71 sigue rompiendo estereotipos en el mundo de la belleza —todo con una melena totalmente salt & pepper y arrugas sin retoque—.

Quién es Rosa Saito, la modelo de 71 años con canas y arrugas

Su nombre real es Setsuko Saito, pero se cambió a Rosa para hacerlo más artístico y con una pronunciación más sencilla. Su madre era japonesa pero Rosa nació en Sao Paulo, y su vida era totalmente normal hasta que el destino cambió varios planes.

Con tan solo 22 años tuvo que cuidar a su madre que estuvo postrada en cama, y en el 2000 su esposo falleció, dejándola a la merced de tres hijos. Rosa, desde joven, se encargó de su pequeña familia y tenía trabajos totalmente distintos al modelaje.

En entrevista con Pledge Times explicó cómo se desarrolló su carrera de modelo: la convencieron “dos veces, por expertos en la agencia de modelaje Mega y por un fotógrafo. Reflexioné en esta propuesta por un año, pues tenía sus consecuencias, era algo que haría a ciegas. Pero decidí tomar el riesgo”.

Hoy día, Rosa Saito posa para marcas brasileñas de traje de baño, aparece en portadas de revista, está en las mejores campañas de moda para su país y ha robado miradas desde el Sao Paulo Fashion Week.

Los secretos de belleza de Rosa Saito, la modelo de 71 años

En la misma entrevista con Pledge Times explicó que su salud y cosméticos están basados 100% en productos naturales desde toda su vida. “Todo está basado en té, y realmente así soy yo, en contra de todo lo que tenga químicos. Así que siempre me cuidé con aloe, aceite de coco y aceite de oliva”, explicó.

Además asegura que el botox y teñirse el cabello está fuera de su lista: “esta es la forma natural de ser. Claro, como mujeres, hay cosas que deben cambiar. Y hay otras que sí hacemos. Pero yo no estoy insatisfecha conmigo. Me siento hermosa como soy”.

“La belleza en sí está en cuidar realmente tus pensamientos, tu espiritualidad. La persona puede llegar a ser bella, siendo cautivadora, amable, esto es mucho más que la belleza estirada y perfecta. Es el contenido lo que cuenta, en mi opinión”.

“No creo que envejecer sea la palabra adecuada. Yo diría que es ‘aprender’. Sigo aprendiendo y siento que cuanto más aprendo, menos sé. Seguramente el tiempo pasa, pero ¿qué es el tiempo, mi Dios del cielo? Si tuviera que darle una edad a mi alma, le daría 22”.

Rosa explicó que las cosas van cambiando, “las personas viven más, se cuidan más y las empresas realmente necesitan abrirse en ese sentido y visualizar a clientes potenciales”.