10 cosas que están matando a tu orquídea (la 2 te va a sorprender)

¿Cómo cuidar las orquídeas de tu casa correctamente? Es una pregunta que nos hacemos con regularidad las personas que amamos este tipo de flores. Además de saber que son sumamente llamativas y elegantes, requieren de cuidados especiales para durar por más tiempo del deseado.

Además de poder preparar una composta especial para orquídeas, hay otros remedios con los que puedes revivir una orquídea. Pero, ¿qué estamos haciendo para matarlas sin querer? Presta atención a estos puntos que quizá estás cometiendo y no te das cuenta.

1) Hay demasiada luz

La cantidad de luz y el calor están relacionados, así que un exceso de iluminación provoca altas temperaturas que probablemente están matando a tu orquídea. Cuando reciben demasiada luz, el calor empieza a acumularse desde el interior de la flor y emana hacia las hojas. Y cuando esta ola de calor se queda atrapada en las hojas, literalmente “cocinará” el tejido y terminará con la florecita.

2) Hay una ventilación inadecuada

Así es, no nos sorprende que las orquídeas sean tan delicadas que un aire viciado les molesta y eso termina por matarlas. Cuando no hay aire circulando, florecen las bacterias y hongos, pero un viento muy potente puede evaporar la humedad de sus hojas y eso no es bueno para su salud. Así que haz feliz a tu orquídea con un espacio gentilmente ventilado.

3) Tu orquídea toma el sol directamente

Las orquídeas son bastante sensibles a la luz directa, y ponerla en un lugar demasiado soleado terminará por matarla. La mejor posición es una luz indirecta, y para saber si le está haciendo daño o no, presta atención en las hojas: si están rojas candente o rojo decolorado, necesitarás cambiarlas de lugar. Si el daño es mínimo, verás cómo regresan al color verde.

4) No estás usando una bandeja de humedad

La gran mayoría de orquídeas vienen de variedad que disfrutan las condiciones tropicales, y si notas que se está muriendo tu flor quizá es porque no la tienes bajo este ambiente. Lo notarás si las hojas se enrollan hacia adentro o florece decaída, así que procura rociarle un poco de agua y deja una bandeja húmeda para la base.

5) O tienes tus orquídeas en un lugar muy oscuro

Así como las orquídeas no deben recibir demasiada luz o sol, tampoco es necesario que las mantengas en la oscuridad. Colocarlas en lugares oscuros —detrás de las cortinas o en un cuarto sin ventanas— es igual de malo. Considera espacios que tengan la debida cantidad de luz y sombra.

6) No cortas las flores que ya murieron

Si una flor ya no da más, es necesario deshacerse de ella antes de que afecte al resto. Cuando las flores se marchitan, liberan una especie de “polvos” que dañan a sus flores vecinas, así que es mejor prestar atención a las flores sanas. Puedes cortar toda la espiga hasta las hojas para que salga una nueva en un año.

7) Estás regando tus orquídeas demasiado

El riego excesivo es un gran NO para las orquídeas. Más que el exceso de agua, el problema es que se queda sin aire, se “sofoca” y no tiene espacio para que corra el oxígeno necesario y así dejan de crecer las raíces.

8) O la estás regando demasiado poco

Así como el riego excesivo es malo, también lo es no darles la debida cantidad de agua. No hay mucha ciencia para comprenderlo, pero toda planta necesita mantenerse hidratada, así que no olvides darle el riego necesario y buscar materiales (maceta, tierra) con buen drenaje.

9) Le pusiste demasiado fertilizante

Esta sobrealimentación de fertilizante termina por quemar las raíces y… adiós, orquídea. Estas flores tienen un fertilizante especial para prevenir el daño en la raíz y así no se quemará la flor por compelto.

10) Hay pestes escondidas en tus orquídeas

Una infección silenciosa puede llevar.a las orquídeas a su muerte, así que ponte atenta a cualquier cambio extraño en tus flores. Si lo notaste rápidamente es muy probable que logres salvarlas. Una de las primeras señales es que se caen las hojas por completo y de forma muy rápida.