Los grandes actores que quieren ser los reyes polémicos de Inglaterra

Siempre que vemos una película de la realeza aparecen actores mucho más atractivos de lo que fueron realmente los reyes y las  princesas del medievo. Pero también ha sucedido que en ocasiones también se han equivocado, y el rey o la reina en turno estaba más guapo o era de menor edad que los actores que lo encarnaron. 

En cuanto a royals es muy difícil saber cómo eran, ya que las únicas referencias que se tienen suelen ser las pinturas (que no siempre se hicieron con el personaje en turno vivo) y algunas crónicas o registros históricos; así, cualquier director o productor puede hacer lo que mejor le convenga. Repasamos algunos de los “reyes” más famosos, favorecidos por sus alter egos actorales.

Richard III

El último rey de la dinastía Plantagenet, último rey inglés muerto en batalla, ha sido de los más y mejor interpretados en la historia del teatro y el cine, gracias a la obra de William Shakespeare “Ricardo III”, que se ha adaptado hasta el infinito. El momento estelar para cualquier actor que lo hace es el monólogo del primer acto: “Now is the winter of our discontent..” (Ahora comienza el invierno de nuestra tristeza), que es la vara con la que se mide el nivel actoral para Richard III.

Innumerables histriones lo han encarnado, pero es Sir Laurence Olivier el más celebrado.

Su película de 1957 es la gran referencia sobre esta obra y la vida del propio Richard, quien tenía 32 años al momento de su muerte; Olivier ya pasaba de los 50 y, además, es tan tenebroso que de verdad, da miedo…

 

 

 

 

 

En 1970, Al Pacino lo encarnó en el teatro en Nueva York. El distinguido actor ha montado dentro y fuera de Broadway distintas obras de Shakespeare (si no es que todas) y esta fue una de sus favoritas. Pacino sí daba la edad de Richard, pero no el tipo físico que daban sus tres retratos existentes. Pacino realizó un documental en 1996 llamado “Looking for Richard” en la que contaba su obsesión por el personaje.

 

 

 

Sir Ian McKellan hizo una versión de Richard III de Shakespeare adaptada a la época nazi de la Segunda Guerra Mundial , en 1994. McKellan aparece bastante mayor, aunque sin la joroba prominente que tanto menciona Shakespeare (y que toma esa referencia de las crónicas de los Benedict Cumberbatch lo interpretó en 2016 en la serie “The Hollow Crown”, que adapta las obras teatrales de Shakespeare casi a rajatabla. El laureado y guapo protagonista sí da el tipo físico, excepto porque se ha comprobado tras la exhumación de restos de Richard III que no era jorobado ni sufría hemiplejias, enfermedades físicas que son claras en la obra de Shakespeare y en varias crónicas posteriores a la muerte del rey, para hacerle mala publicidad.

 

 

Las investigaciones post mortem al cuerpo de Richard III  demuestran que sufría de escoliosis severa, pero no estaba malformado; su reconstrucción facial muestra una cara joven de rasgos atractivos (como las crónicas de su tiempo afirman que tanto él como sus hermanos, el rey Edward IV y el duque de Clarence dicen que eran los tres), y contrario a las pinturas existentes de Richard III que lo muestran arrugado y malencarado, tenía rasgos amables y era de piel lozana.

Enrique VIII

Si Richard III es el rey más controversial de Inglaterra, Enrique VIII es el más infame… Solito se ganó su mala publicidad por haberse casado seis veces y haber mandado decapitar a dos de sus jóvenes esposas, a varios de sus amigos cercanos y por tener un carácter volátil. Enrique VIII es el personaje favorito de los ingleses a la hora de hacer ficción; su complejidad de carácter y los cambios religiosos y sociales que impuso en la Inglaterra del medievo tardío lo hacen una figura preponderante e importantísima por sí misma, pero más por su vida privada, motivo de fascinación.

A Enrique le ha ido muy bien en cuanto a actores… De joven era descrito como “guapo, atlético y señorial”, pero tras un accidente de caballería dejó de hacer ejercicio y se volvió glotón, sedentario y, por lo tanto, obeso, al grado de tener una cintura de 130 cm a los 40 años. Los pocos retratos que existen del rey son copias de los originales y fueron elaborados casi un siglo después de que Holbein el Joven lo capturara. Y aún así, es probable que los retratos originales hayan sido poco confiables, dado que Holbein tendía a “mejorar” a sus retratados.

En 1933, el actor de Hollywood Charles Laughton le dio vida a Enrique en “La vida privada de Enrique Octavo”, del director Alexander Korda; se centra en su etapa tardía post Ana Bolena,  cuando los registros indican que empezaba a engordar.

 

 

En la película de 1966 “A man of all seasons”, que cuenta la viuda de su canciller Tomás Moro, Henry es interpretado por Robert Shaw, uno de los villanos cinematográficos de la época.  Por cierto, que como el cardenal Wolsey (uno de los hombres de confianza de Tudor) lo interpreta Orson Welles, quien ya se parecía más a Enrique físicamente. 

 

 

La película más famosa del romance de Ana Bolena con Enrique VIII es “Ana de los mil días”, una producción de 1969 nada menos que con el galanazo de la época Richard Burton (esposo de la estrella Elizabeth Taylor, imagínense el nivel), como Enrique. Y sí daba el tipo, porque justo cuando Ana Enrique se conocieron él estaba en su punto… 

 

En 2003, la cadena ITV hizo una película para la televisión basada en las crónicas de Tomás Moro. Helena Bonham Carter es Ana Bolena, mientras que Enrique es Ray Winstone (quien siempre suele salir de villano en las películas de la época). La dirige Peter Morgan, creador de “The Crown” y un monárquico obsesivo. 

 

 

En 2008 salió una nueva película sobre el romance de Ana Bolena con Enrique VIII, bajo la mirada de Peter Morgan, basada en la novela homónima de Philippa Gregory: “La otra Bolena”. Esta historia cuenta el triángulo amoroso del rey con las hermanas Mary y Anne Boleyn, y respalda las versiones negativas de Ana que corrieron en la historia, como que era bruja, había cometido incesto con su hermano con tal de embarazarse de un niño, y que Mary tuvo un hijo bastardo del propio Enrique. 

 

 

Natalie Portman y Scarlett Johansson son Anne y Mary, respectivamente, y a Enrique lo interpreta Eric Bana, quien para empezar ni es pelirrojo como lo era el rey, ni es tan alto ni corpulento como ya para entonces se sabía que era el segundo monarca Tudor. Fue un hitazo en la pantalla grande.

El mejor Enrique VIII

Es el mejor porque fue el que más tiempo pasó al aire… La más reciente muestra televisiva de la vida de Enrique VIII fue la serie de Showtime “Los Tudor”, que estuvo al aire durante cuatro temporadas de 2008 a 2010. El protagonista fue Jonathan Rhys-Meyers, quien fue criticado por la prensa por su aspecto “pequeño” y no tener nada en común con los retratos del rey. Pero su actuación fue tan soberbia de buena, que para el primer capítulo quedó claro que el parecido era lo de menos… 

 

 

En cuanto a Ana Bolena, la actriz Natalie Dormer fue también muy celebrada por los fans de la reina decapitada; por cierto, que Henry Cavill, actual Superman y uno de los galanes del momento, aparece en un papel secundario como el duque de Suffolk y tampoco tiene desperdicio su participación.

¿Qué actores o películas te parecen los más parecidos a los reyes verdaderos?