Ideas para organizar un brunch y ser la mejor anfitriona de todas

El brunch es un concepto que nos encanta, pues combina desayuno y almuerzo, y es perfecto para reunirse con amigas o familia, sin el formalismo de las comidas o cenas. Además, ¡es ideal en fechas festivas! 

Ideas para organizar un brunch inolvidable

La clave será tener a la mano unas buenas botellas de vino espumoso o champagne, que puedes mezclar con distintas garnituras. Recurrimos a los expertos en coctelería, Chandon, para que te conviertas en la mejor mixóloga con estas recetas, y es que tienen cuatro etiquetas que te van a enamorar: 

• Garden Spritz: El más trendy, al cual se le añaden hielos, una rodaja de naranja y romero.
• Délice: Añade a la copa manguitos con chile, tamarin- do y pepino, y hojitas de menta, además de hielos.
• Rosé: Para un pink drink con un twist de algodón rosa.
• Brut: Ideal para mimosas, pero dale un giro con jugos de maracuyá, durazno o mango.

El platillo que debes servir en un brunch

Huevos benedictinos: Ideales para un brunch. Este delicioso plato —dos huevos poché servidos sobre dos mitades de english muffin tostados, con una rebanada de jamón canadiense y salsa holandesa— se preparó por primera vez en 1890, en Nueva York, en honor de un matrimonio de apellido Le Grand Benedict. 

Hay muchas versiones y puedes usar trozos de langosta o de salmón ahumado en vez de jamón, y agregarles crema agria con cebollinos, con un toque de caviar.

Como tip, crea tus propios aceites perfumados para sorprender a tus invitados: añade a un frasco con aceite de oliva ajos asados, pimientos rojos a la parrilla, albahaca o queso roquefort. Te verás muy elegante al ofrecer esta variedad de aceites para mojar el pan en una comida, y con este toque gourmet impresionarás.

Ponte al día con: ¡la sal de moda!

Existen muchas sales gourmet, entre las más reconocidas están las francesas, inglesas y españolas.

Hoy día se habla mucho de la sal inglesa Maldon, codiciada y de extracción artesanal (mismos métodos que utilizaban los romanos hace 2 mil años). Es una sal en escamas, baja en sodio, alta en magnesio y una gran fuente de yodo. 

Se usa en platillos a la plancha o al terminar de emplatar, pues al añadir una pizca se disuelve sobre los alimentos, potenciando su sabor. Proviene de los estuarios Blackwater, en Essex (Inglaterra) y la casa británica Maldon la produce desde 1882. Tiene el Royal Warrant (certificado como proveedor oficial de la casa real británica). Consíguela en Walmart, El Palacio de Hierro, Amazon y en tiendas especializadas.