¿Te sientes cansada todo el tiempo? En términos más explicativos sería tener mucha fatiga, ese sentimiento de agotamiento y cansancio sin explicación alguna —consideras que dormiste lo suficiente y no has realizado actividades que involucren un cansancio de esa magnitud. Esta es la primera señal que tu cuerpo manda para decirte que le falta hierro, mineral necesario para el desarrollo del cuerpo humano.
Qué es el hierro y por qué lo necesitamos para estar sanos
El hierro es el mineral que nuestro organismo necesita para realizar funciones vitales, desde la formación de huesos sanos hasta producir hormonas, y puede obtenerse a través de los alimentos (animales o vegetales) y en vitaminas.
Las consecuencias del déficit de hierro provocan, primero que nada, la fatiga diaria. Después provoca lo que es la anemia, condición donde la sangre no tiene suficiente hielo y entonces las células rojas de la sangre no tienen oportunidad de transportar oxígeno.
Cuáles son los síntomas de la falta de hierro
La anemia y/o falta de hierro (que son casi lo mismo) no es algo que puedas diagnosticarte por tu cuenta; es necesario acudir a un especialista para dictaminar el caso completo. Pero puedes percibir ciertos estragos en tu día a día que dan la posibilidad de tener deficiencia de hierro, como:
- mareos constantes
- dolor de cabeza
- temperatura del cuerpo baja
- cambios en el ritmo cardiaco
- te enfermas muy seguido (el sistema inmune se debilita)
- heridas alrededor de la lengua
- piel pálida
- pica, la extraña anomalía del apetito donde tienes antojos por ingerir algo no comestible (tierra, arcilla, hielo)
Cuáles son los alimentos ricos en hierro de origen animal y vegetal
Si el cuadro de tu deficiencia de hierro es provocado por no ingerir la cantidad necesaria en alimentos, infórmate sobre los que son ricos en este mineral y añádelos a tu dieta.
- carne roja (ternera, cerdo, pollo).
- todo lo que tenga hojas y sea verde oscuro (kale, espinaca).
- frutos secos (pasas, albaricoque).
- legumbres, guisantes y frijoles.
- pescado.
- toda la variedad de nueces y semillas.
Los suplementos de hierro son pesados al estómago, y estas comidas también pueden serlo, así que asegúrate de ver con un especialista las porciones que necesita tu cuerpo. Si sobrepasas la ingesta podrías provocar dolor de estómago, constipación o náusea.