Las emociones son contagiosas. Eso lo sabe Greg Chertok, director de psicología deportiva en un centro de rehabilitación en Nueva Jersey, y por ello recomienda que analicemos la actitud de la gente que nos rodea, con el propósito de saber si nos está influyendo… para mal.
Si no nos ejercitamos con ánimo, terminaremos por desertar, o bien la experiencia será un pesar con escasos resultados. Para despertar el amor por el ejercicio, el experto aconseja llevar a cabo lo siguiente.
1) “No tengo tiempo para hacer ejercicio y quiero adelgazar”, es un mito
El “no tengo tiempo” es un mito: Muchos que intentan Universidad de Stanford dice lo contrario. Si tienes objetivos claros en el gym, y al mismo tiempo tu dieta está balanceada, te resultará más sencillo cumplir con todo y no caer en tentaciones, pues una presiona a la otra, como en una carrera. No tengas miedo de ser determinada.
8) Así influyen otros en tu alimentación
Eres lo que la otra persona come: La asociación Agricultural & Applied Economics de Washington asegura que, debido a una cuestión de pertenencia, nos dejamos influenciar por nuestros amigos y familia al momento de ordenar algo en un restaurante. Sin embargo, no olvidemos que ellos tienen un metabolismo distinto al nuestro. Piensa en eso antes de robarle un pedazo de pizza a tu amiga.
9) Aprender a meditar para triunfar en tus objetivos
Relájate: El entrenador Mark Fisher, fundador del gimnasio con su nombre, aconseja meditar de cinco a diez minutos al día, pues es clave para que el organismo se recupere de todo el trabajo realizado durante el día.
10) Ser constante y persistente para llegar a la meta
Aplícate siempre: No trabajes tu cuerpo soolo en temporada de verano; necesitas un año constante. Para inspirarte, los fundadores del programa de ejercicio Physique 57 aconsejan probarte tu traje de baño una vez al mes e ir midiendo tu progreso (o si ya te pasaste de postres). Así los kilos extra no resultarán una montaña sorpresa que debas escalar en tiempo récord.
11) Cuando estás muy cansado para ir al gym y la mente está abrumada
Si tu mente está cansada, tu cuerpo se siente igual: Aunque no hayas hecho ningún esfuerzo físico en todo el día, entrenar después de la oficina (donde estuviste sentada ocho horas) parece agotador. Recuerda que es un efecto mental; tu organismo tiene toda la energía para correr esos kilómetros que te propusiste. O evita el conflicto y mejor hazlo en la primera hora del día.