Tener una autoestima sana es reconocer de manera clara tus habilidades, experimentando confianza en ti misma de manera permanente. Pero, ¿qué hacer cuando la forma de verte a ti misma es negativa y está impactando en todos los aspectos de tu vida? Lo primero es poner manos a la obra y empezar a trabajar. Pero mucho ojo, porque si sientes que no puedes tú sola y el sentimiento te está rebasando, lo que necesitas es buscar ayuda de un especialista.
Escúchate
Lo primero que debes hacer es escuchar a tu voz interior. ¿Qué te dices todos los días?, ¿cómo te hablas?, ¿qué te repites frecuentemente?, reconoce si lo que piensas de ti viene desde lo que te han dicho que debe ser o desde tu deseos y sueños.
Acéptate como eres hasta el día de hoy
Con la conciencia plena de que siempre se puede mejorar y siempre puedes estar en un punto más alto de lo que estás ahora, siempre que así lo decidas. Abraza lo que eres, lo que te gusta, tu forma de pensar y de sentir. Las personas que no tienen claro quiénes son, depende de la validación de otros y eso solo garantiza vivir con culpa.
Busca autorrealizarte
Nada te hará sentir mejor contigo misma que cumplir tus metas, sin importar del tamaño que sean. Prioriza tus necesidades sobre las de los demás, busca ser independiente pero también hazte responsable de tus decisiones. Reconoce todo lo bueno que hay en ti y asume tus errores sin llegar a juzgarte o a ser muy dura.
Sé consciente de tus decisiones
Decide siempre desde un lugar de plenitud y satisfacción, para que te permitas equivocarte si algo no sale como lo tenías planeado. Piensa que todas tus elecciones de hoy, son la semilla de tu mañana, por lo que no debes tomar nada a la ligera. Por supuesto que se vale arriesgarse, siempre y cuando sepas que hay consecuencias.
Cuenta contigo misma
Puede ser el cliché más grande, pero también el más certero. Necesitas estar seguro de que cuentas contigo para enfrentar problemas y hasta para enfrentarte al mundo entero. Tener una red de apoyo es imprescindible, pero lo es aún más identificar tus fortalezas y abrazarte constantemente con tus virtudes y defectos.