Así como hay características que definen a una mujer elegante (porque la ropa no lo es todo), hay otros factores similares que representan a las mujeres con clase. Antes de pensar en cómo deberías caminar o qué postura obtener, debes saber que todo comienza con la mente, por eso ennumeramos cinco valiosas formas de pensar de una mujer con clase si es que quieres empezar a ser una.
Cómo ser una mujer con clase y elegancia
Podemos empezar a ver a nuestro alrededor y admirar a las mujeres que tienen mucha clase. Están desde los ejemplos infalibles, como el secreto de Victoria Beckham para que tus uñas se vean elegantes o saber cómo lucir shorts de forma elegante, según Anne Hathaway.
Pensamiento #1: disculparte cuando estás mal muestra tus valores y carácter
Una mujer con clase nunca discutirá o entrará en debate sin escudo, así que sabrá reconocer sus errores antes de envolverse en una conversación sin causa —que posiblemente solo la perjudicaría.
Pensamiento #2: cualquier persona convencida de ser superior a ti, muy en el fondo, está buscando amor y aceptación
La mujer con clase sabe que no se rebajaría ante las malas actitudes de una persona envidiosa, pues estos celos son muestra de la poca aceptación que tiene de sí mismo, y es una batalla que no tiene sentido pelear.
Pensamiento #3: fuerza no es abstenerse de tus emociones; es la habilidad de regularlas
Las mujeres con clase, alejadas del drama, saben controlar esos sentimientos arrebatadores, los cuales pueden provocar hacer o decir cosas que no tenían intención de salir. Pero tampoco suprimen lo que sienten: tienen la suficiente fuerza y capacidad de regularse con solidez.
Pensamiento #4: tus palabras tienen mayor impacto cuando la intención detrás de ellas viene de un lugar de amabilidad
La mujer con clase sabe que la manera para hacer impactos positivos son a partir de la amabilidad, carisma, tolerancia y afecto, por eso sus palabras nunca están vacías y siempre se mantienen al margen de la amabilidad —jamás las verías pasándose de la línea.
Pensamiento #5: no hay por qué abstenerse de mostrar clase, incluso si eso hace que otros se sientan incómodos
Por último, una mujer con clase no trata de tapar lo que es: tiene la suficiente personalidad y actitud para reforzar la clase que posee, incluso si eso hace que otros se sientan incómodos e intimidados por ella.