Con la medicina de precisión pronto las terapias serán un traje a la medida de cada persona

Hoy en día, el bienestar y la salud son temas que solemos traer a la conversación entre amigas, colegas, con la familia o con la pareja, en cualquier momento y lugar. Y no es para menos, la pandemia nos dejó muy claro la importancia que tiene el autocuidado, las vacunas, la prevención y los diagnósticos oportunos, como los que la medicina personalizada, que usa la información de los genes o las proteínas de una persona, nos puede dar.

 

Durante meses vivimos en la incertidumbre, porque no sabíamos qué iba a pasar durante la pandemia, la cual había llegado repentinamente a cambiar nuestra vida… hasta que aparecieron las vacunas y empezamos a recobrar la tranquilidad. 

 

Pero, ¿qué hay de otras enfermedades con las que aún no tenemos calma,  porque escuchamos historias que no siempre tienen un buen pronóstico? ¿Se podría hacer algo, ahora con muchas investigaciones centradas en la salud? Todo indica que sí. Esto es gracias, en parte, a nuevas tecnologías emergentes que están conduciendo hacia un camino llamado medicina de precisión.    

 

Dar en el blanco de las enfermedades

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Cada persona es única gracias a su genética, estilo de vida, el lugar donde vive, entre otros factores, así que, cuando enferma, la evolución y pronóstico de su padecimiento puede resultar diferente al de alguien más a quien también le diagnostiquen lo mismo.

 

Partiendo de esta base, la medicina de precisión busca “investigar las bases biológicas, moleculares y genéticas, utilizando tecnologías emergentes para poder entender, por ejemplo,  cómo se comporta un tumor en determinada persona, y entonces poderle hacer un manejo a la medida, ‘un traje sastre’ de tratamiento para el paciente”, explica el Dr. Francisco Olguin, líder médico de Oncología en Pfizer México.

 

Al estudiar los genes, proteínas y otras características personales, como estilo de vida, género o el origen étnico, entre otros factores, se podría tener un diagnóstico y un tratamiento mucho más certero de la enfermedad.

 

Por ejemplo, en el caso del cáncer de mama, si al estudiar a la persona (con las técnicas de la medicina de precisión) se encuentran en ella ciertas alteraciones, se pueden desarrollar fármacos o terapias dirigidas. Lo cual es un gran avance porque ya no se les da un tratamiento general al que quizás no respondan, sino uno que dé en el blanco o alteración particular.

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“El tratamiento del cáncer ya se ha optimizado y por eso ha evolucionado”, señala el Dr. Olguin, quien agrega que “México se está adaptando a más tecnologías”. De hecho, desde 2020 existe el Programa de Biomarcadores de Pulmón en el que participan 6 laboratorios en el país, incluidos Pfizer, en  una alianza con la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica, para que dentro de los diagnósticos se pueda determinar el tipo de mutación específica del cáncer y facilitar la personalización del tratamiento. 

 

Sin duda el desarrollo de terapias innovadoras aumentará la supervivencia de las personas y mantener su calidad de vida.

 

Aunque las investigaciones continúan y aún no se puede hablar de que esto haya llegado a la mayoría de la población, la meta es poder desarrollar medicamentos y vacunas con resultados potencialmente transformadores: “tratar a las personas adecuadas con las alternativas adecuadas”, recalca el Dr. Francisco  Olguín.

 

A pesar de que la medicina de precisión tiene mayor campo de uso en la oncología, esta puede ser una alternativa que sólo un médico puede determinar para tratar diferentes enfermedades de origen genético, como la diabetes, la obesidad y la depresión.

 

Estamos alcanzando futuros prometedores que cambiarán la práctica médica. 

 

Consulte a su médico – PP-UNP-MEX-0667