Cómo empezar a aceptarte y amarte si tienes sobrepeso

Aunque no tengas la presión de cumplir ciertos cánones de belleza (honestamente, ¿quién nos manda a hacerlo?), quizás aún sientas que no eres merecedora de ponerte un bikini o pienses que las grandes oportunidades vendrán cuando te encuentres delgada. Anamar Orihuela relata en su libro Más allá del sobrepeso cómo fue su proceso de sanación, su pérdida de peso físico (y emocional) y cómo logró dejar de esconder sus miedos tras la comida.

ESCUCHA A TU CUERPO PARA HONRARLO Y RESPETARLO

Anamar pesaba 102 kilos cuando se dio cuenta de que quería bajar de peso. Era una mujer con éxito profesional, pero habían muchos temas en su vida que no la hacían feliz; darse cuenta de eso fue doloroso, pero también el primer paso para superarlo. “No se trata de sanar sólo con una dieta o ejercicio, no es una cuestión de fuerza de voluntad. Se trata de curar los aspectos de la desconexión que crean sobrepeso”, comenta la autora.

Si eres parte del gran porcentaje de mujeres que se han puesto a dieta en numerosas ocasiones, quizás aún no te hayas preguntado meditación, mindfulness, yoga, trabajo de trauma, psicoterapia corporal, entre otras opciones. Hay que encontrar el camino con el que cada una se sienta cómoda para encarar el tema.

¿EXISTE LA GORDOFOBIA?

Los problemas de autoestima corporal van más allá de una talla. “Yo era una gorda feliz, pero no veía lo que había detrás”, revela Anamar. Al respecto, señala que el control por el peso, incluso en la delgadez, provoca un desequilibrio. La fobia a la gordura es el juicio que se emite hacia las personas con sobrepeso sólo por el hecho de tenerlo (como si fuera su culpa). Pero un físico increíble, además de conllevar disciplina, puede acompañarse de críticas, rigidez y fobia a subir unos kilos, pues la dignidad y la autoestima sólo la tienes si estás fit.

¿QUÉ ES EL HAMBRE DE AFECTO?

Es cierto que la comida une, está en nuestra cultura, pero no debería ser la única manera de sentir amor. Existe una diferencia entre tener hambre y ganas de comer:

• El hambre afectiva surge al sentirte sola.

• Cuando es un acto compulsivo, los bocados son grandes y desesperados. No te fijas en la calidad de los alimentos.

• Los atracones casi siempre involucran azúcar y carbohidratos que representan alegría, confort y cariño.

• No es hambre si después de comer sientes culpa o incomodidad por los excesos.