Después de que la actriz Emilia Clarke revelara que sufrió dos aneurismas, poco a poco se vuelve a tomar conciencia de esta peligrosa protuberancia en los vasos del cerebro. Y aunque la estrella de Game of Thrones tiene apenas 35 años, el aneurisma cerebral es hasta un 60% más común en mujeres que en hombres, especialmente tras la edad postmenopáusica, según la Brain Aneurysm Foundation.
Qué es un aneurisma cerebral y cómo se desarrolla
Un aneurisma cerebral es una protuberancia o abultamiento en el punto débil de una pared arterial que, si crece demasiado, puede romprse o explotar y causar hemorragia en el cerebro. Cuando llega la sangre al cerebro, pueden derivar varios síntomas en extremo incómodos y que mayormente significan signos mortales.
La fundación recalca que “muchos aneurismas posiblemente se desarrollan como resultado del desgaste de las arterias a lo largo de la vida de una persona”. Algunos pueden heredar la tendencia de vasos sanguíneos débiles, y el trauma e infecciones también pueden provocarlo. Entre los factores de riesgo para desarrollar un aneurisma están fumar, tener la presión alta o historial familiar —y pueden ocurrir a cualquier edad, comúnmnente después de los 40.
Síntomas de un aneurisma cerebral
Muchos pacientes quieren saber qué se siente tener un aneurisma cerebral, y aunque sea un poco complejo de describir o reconocer como tal hay un par de síntomas y signos. Eso sí, un aneurisma cerebral sin romper no presenta síntomas inicialmente, pero esto cambia cuando se agranda, y podrías sentir:
- un severo dolor de cabeza que llega de la nada (usualmente descrito como el peor dolor de cabeza que has sentido en tu vida).
- dolor detrás o encima de un ojo.
- vista borrosa y/o vista doble, dificultad para ver.
- náuseas y vómito.
- rigidez en la nuca.
- párpados caídos (un aneurisma provoca que “se caiga la cara”).
- desmayos.
Estudios que detectan un aneurisma cerebral
¿Cómo saber si tengo un aneurisma en la cabeza? Para eso se hace el diagnóstico, donde los pacientes que experimentan estos síntomas pueden tomar exámenes que determinen si ha habido sangrado en el cerebro y en los tejidos, o si hay otro tipo de accidente cerebrovascular, afirma la Neuroscience Institute.
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Prueba de líquido cefalorraquídeo.
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Tomografía computarizada (TC).
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Imágenes por resonancia magnética (IRM).
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Rayos X angiograma cerebral.