Sabíamos que llegaría el día en que la reina Isabel II partiría, pero aún así fue una triste noticia que tomó al mundo por sorpresa. Se merecía una muerte tranquila, serena, en casa y con los suyos, muy similar al final que vivió su queridísimo padre, el rey Jorge VI, sólo que él en Sandringham House en 1952.
En cuanto supo la triste noticia, el entonces príncipe Carlos llegó en helicóptero a Balmoral, acompañado de Camilla, donde estaba Isabel II y cargando un maletín que, seguramente, guardaba información oficial para ese momento.
El sábado 10 de septiembre se cumplió la proclamación de Carlos III con la ceremonia de Adhesión en el palacio de St. James.
El rey Carlos III cumple 74 años
En su discurso dijo:
El mundo entero se solidariza conmigo por la pérdida irreparable que hemos sufrido. Mi madre dio un ejemplo de amor eterno y servicio desinteresado. Su reinado fue inigualable en cuanto a su duración, dedicación y devoción. Incluso, cuando sufrimos, damos gracias por esta vida tan fiel. Soy consciente de esta herencia que recibo y de los importantes deberes y responsabilidades que ahora se me traspasan.
Ver esta publicación en InstagramComo esposa del rey, Camila es técnicamente su majestad la reina, pero en sus informes y declaraciones, el palacio de Buckingham se ha ceñido al título de reina consorte. Camila será coronada al lado de Carlos, tal como lo hizo la última reina consorte, la reina madre, y se espera que porte la corona que usó esta en 1937.
Al igual que una primera dama no hay descripción de su trabajo, deberes oficiales ni salario. Pero hay visibilidad, presión y muchas expectativas del público, cuyos impuestos pagan por la monarquía. En general, el trabajo de una reina consorte es apoyar al rey en todo lo que pueda.
Su trabajo número uno es dar a luz herederos, pero eso no es un problema para Carlos, de 74 años, y Camilla, de 75, quienes tienen hijos de sus matrimonios anteriores.
La sucesión real está fijada para tres generaciones: después de Carlos viene su hijo mayor, el príncipe William, de 40 años, y luego el hijo mayor de William, el príncipe George, de nueve años.
Como esposa del príncipe de Gales durante los últimos 17 años, Camilla ya ha estado haciendo lo que haría una reina consorte: es patrocinadora real de decenas de organizaciones benéficas y buenas causas, acompaña a su marido en giras reales y se reúne con miles de personas todos los años, además de que ha procurado ser cortés y encantadora con todos.