Sin lugar a dudas será una Navidad diferente para la familia real británica. Es el primer año que celebran sin la reina Isabel II, pues la monarca que reinó por siete décadas falleció este septiembre a los 96 años. Finalmente Sandringham y a la edad de 26, hizo un tributo especial para las tropas que estuvieron separadas de sus familias en este periodo navideño: “donde sea que estén, ya sea en casa o fuera, en la nieve o en los rayos del sol, les mando mis saludos afectuosos con muchos buenos deseos para la Navidad y el Año Nuevo”.
“Cada Navidad en esta época, mi amado padre transmitía un mensaje a su pueblo en todas partes del mundo. Hoy les hago esto a ustedes, que ahora son mi pueblo. Mi padre y mi abuelo antes que él trabajaron toda su vida para unir cada vez más a nuestro pueblo y mantener sus ideales que estaban tan cerca de sus corazones. Me esforzaré por llevar a cabo su trabajo”, dijo la reina Isabel II en su primer discurso navideño.
En estas transmisiones, la reina podía compartir sus propios pensamientos sin consultar a los ministros —aunque su secretario privado sí contribuía en la elaboración. Se dice que el príncipe Felipe le ayudaba a Isabel II para prepararlos, y todo iniciaba desde meses antes, pues la monarca debía decidir la temática del discurso, como reporta el libro Seeing Things: Literature and the Visual.
Todos los mensajes navideños de la realeza británica deben tener un tema —por ejemplo, los jubileos, los momentos sombríos que pasó la familia en 1992, el cambio del milenio en el 2000 y recientemente el COVID-19 y la muerte de Felipe de Edimburgo. También se decide el fondo según la temática, aunque la imagen estática de la reina en su escritorio siempre lleva lo mismo: fotografías enmarcadas y un árbol de Navidad al fondo.
Los colores que la reina Isabel usó en sus discursos variaba con el tiempo —desde tonalidades pastel hasta los más llamativos, como rojo en 2021. Sin embargo el libro señala que hay algo que siempre fue una constante en Isabel II, la joyería: un reloj, aretes de perla y un broche distinto para cada año —”los objetos inusuales en la vestimenta de la reina no deben distraer a los televidentes de su discurso; sus palabras son más importantes que la imagen, que debe ser discreto para enfatizar su mensaje de amor y paz”, escriben.
“Año tras año, las transmisiones navideñas de Isabel II revelan una nueva Gran Bretaña. […] Los mensajes navideños televisados de la reina son documentos significativos. Un día, cuando los historiadores estudien todo el reinado de la reina Isabel II, con un análisis cuidadoso de cada oración, cada palabra, cada imagen (y la ausencia de algunas imágenes), en estos discursos anuales sin duda encontrarán interesantes revelaciones y será un valioso fuente de información sobre la época contemporánea”, escribe la autora Hélène Catsiapis.