Se le reconoce universalmente como el artista plástico preeminente del siglo XX y es el pintor más rico de la historia. Pablo Picasso se hizo célebre por sus pinturas, pero también por su números romances. Lo que muy pocos saben, es que Picasso sentía una obsesión enfermiza por la princesa Margarita, una de las pocas mujeres que no logró conquistar.
Las mujeres de Pablo Picasso
Impositivo, emocionalmente inestable y de carácter difícil, pasó su vida entera beneficiándose a costa de todas las mujeres que pudo utilizar.
La fama, fortuna y talento que disfrutaba eran las principales razones de su éxito con ellas. Pero había otros motivos: aunque era bajo de estatura tenía increíble carisma, personalidad magnética y mirada “mágica”, según recuenta la mismísima Brigitte Bardot.
Tuvo dos matrimonios, pero antes, durante y entre ambos sostuvo numerosos romances, la mayoría fugaces y otros hasta de diez años. A lo largo de los 49 años en total que estuvo casado, le fue infiel a sus esposas con una cadena de novias; y a su vez, a éstas les era infiel con múltiples amantes efímeras.
La obsesión enfermiza de Pablo Picasso con la princesa Margarita
Son muy pocos los que saben que Picasso suspiraba por la princesa Margarita, pero muy a su pesar, la hermana de Isabel II nunca quiso conocerlo, algunos incluso han llegado a asegurar que lo repudiaba.
Las pruebas de este supuesto amor platónico se dieron a conocer en el libro Ma’am Darling 99: Glimpses of Princess Margaret, de Graig Brown.
“Todo empezó a principios de la década de 1950 y se prolongó durante más de diez años”: escribe Brown, quien tuvo la oportunidad de acceder a la correspondencia de Picasso con el británico Roland Penrose.
Se dice que en las cartas que el pintor compartía con el británico, describe los sueños eróticos que tenía con Margarita, incluso llegó a asegurar que en algunos de ellos también aparecía la reina Isabel.
“A veces en los sueños sale también su hermana mayor. Si supieseis lo que hago en mis sueños con las ladies de vuestra familia real y de vuestra monarquía, seguramente me llevarían a la torre de Londres para cortarme la cabeza“.
Uno de los biógrafos de Picasso, John Richardson, compartió en uno de sus libros más pruebas de la obsesión que sentía el pintor por la princesa.
Richardson cuenta que cuando Margarita tenía 25 años, Picasso había comprado una villa en Cannes. Cuando el biografó lo vistió en dicha residencia, el mismo Picasso le contó sobre sus fantasías de pedir su mano en matrimonio.
“Para la petición de mano Picasso presentaría un pergamino en francés, español o latín. Picasso estuvo todo el día hablando de la broma de la petición de mano y la boda con la princesa, haciendo reverencias y piezas de vestimenta para la ceremonia nupcial”.
La princesa Margarita rechazó a Picasso
Richardson asegura que tuvo la oportunidad de contarle a la princesa Margarita sobre la obsesión de Picasso por ella, en presencia de la reina Victoria, que se escandalizó y aseguró que era lo peor que había oído.
Años más tarde, Penrose hizo una visita guiada a la princesa por la exposición retrospectiva de 1967 de Picasso en Tate Gallery de Londres y le comentó que el pintor la admiraba. “Ella hizo un gesto de desagrado que no pudo disimular”.
Así fue como el amor de Picasso por Margarita, quedó sólo en la imaginación del pintor.