La coronación de Carlos III este próximo 6 de mayo en Inglaterra, estará marcada por múltiples tradiciones que datan del siglo X. Pero, a la par de los acontecimientos que se viven actualmente, hay varios cambios que se deben hacer para “modernizar” la ceremonia.
Algunos de los planes de la Casa Real para adaptar la coronación al siglo XXI, incluyen una lista de invitados reducida. Al menos 8000 invitados asistieron a la ceremonia de la fallecida Reina Isabel II, pero para esta ocasión, están contemplados “únicamente” 2000 asistentes.
La duración de la ceremonia pasará a ser de tres horas a poco más de una, según el itinerario. En cuanto al código de vestimenta, aunque no se ha confirmado todavía, se especula que todas las invitadas deberán llevar sombreros (exceptuando a las de mayor rango) en lugar de diademas.
La reina Camilla llevará una corona que fue fabricada en 1911 para la reina María, bisabuela de Carlos III. Será la primera reina consorte en casi tres siglos, que modifica una corona ya existente en lugar de encargar una nueva.
El óleo utilizado para ungir a la monarca será vegano. En anteriores unciones se utilizó ámbar gris procedente de intestinos de ballena. Por otro lado, el aceite consagrado que se usará para la ceremonia de Carlos III, no tendrá elementos animales y será aceite de oliva perfumado con jazmín, rosa, sésamo, canela y azahar, entre otras esencias.
Mientras que la reina Isabel II viajó ida y vuelta a su ceremonia de coronación en la fastuosa e incómoda carroza de oro de 260 años de antigüedad, Carlos y Camilla sólo la utilizarán para el trayecto de vuelta; para su viaje de ida usarán la moderna carroza del jubileo de diamante, que cuenta con amortiguadores, calefacción y aire acondicionado.
Por primera vez en la historia, entre los alumnos becados de la exclusiva Westminster School que participan en la ceremonia, habrá también niñas. Y también, se ha informado que habrá una cantidad menor de militares en la procesión.
Con información de AFP