Ella siempre fue ejemplar y dejó un legado impagable a la mujer, ya que nos demostró que se podía convivir y mandar en un mundo de hombres. Abrió paso a muchas generaciones y, después de verla en el trono, el planeta no volvió a ser el mismo. La soberana alzó la voz cuando las mujeres no teníamos voz ni voto, de ahí la importancia de su vida y trabajo. Deja un gran legado. Hoy recordamos su cumpleaños y recopilamos algunas de las lecciones más importantes que nos heredó y que deberíamos tener siempre presentes.
1. Rectifica cuando te equivoques y sé humilde
Nadie olvida la gran crisis que vivió la casa real con la muerte de la princesa Diana, quien ya no formaba parte de ella en 1997. Su majestad se negaba a rendirle un funeral real; pero le hicieron saber que se equivocaba, así que rectificó. Envió un mensaje a los ingleses y se mostró humilde al hacer la reverencia al paso del féretro de su exnuera. Todos nos equivocamos, hasta la reina de Inglaterra.
2. Ante una crisis, no te achiques y sé creativa
En 1961 y luego de haber pospuesto un viaje a Ghana, la monarca se encontraba decidida a visitar esta antigua colonia inglesa, pero el polémico presidente Kwame Nkrumah había sufrido varios atentados, ya que estaba demostrando ser un dictador. Sin duda, sería un peligro real para la vida de la soberana. Cuando las autoridades inglesas le pidieron no ir, dijo: “No soy una estrella de cine, soy la jefa de la Commonwealth y me pagan para enfrentar cualquier riesgo”. La madre de Carlos III terminó bailando con Kwame, algo insólito en ella. Ese fue un nuevo inicio que benefició a ambos países.
3. Ten sentido del humor
Pocas veces se dio permiso de demostrar sus emociones, la Reina era la autoridad y no podía ser espontánea. Por eso en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 se transmitió un video donde aparecía junto a James Bond (Daniel Craig) y más tarde un doble, vestido igual que ella, se aventó en paracaídas al estadio, nadie lo podía creer. La jefa de la Casa Windsor entró seria al lugar, pero recibió una gran ovación del público por demostrar que también ella podía tener sentido del humor.
4. Sobreponte al duelo con fuerza y dignidad
Felipe de Edimburgo fue el amor de su vida. Mientras era una reina de hierro, puertas adentro de palacio eligió que fuera su marido quien mandara en su familia. Cuando después de 73 años de casados Felipe falleció el 9 de abril de 2021 y en plena pandemia por COVID-19, muchos pensaron que estaría devastada. Y sí, pero en público demostró una gran entereza y trató de hallar un nuevo motivo para salir adelante. La imagen de ella sola en la capilla de Windsor dio la vuelta al mundo, Isabel II estaba entera. Los meses siguientes se concentró en su trabajo y trató de disfrutar a su familia. Nadie tiene la vida comprada, ni una reina.
5. Sé ejemplo para otros
Si nos concentráramos cada uno en ser mejores, el mundo sería otro. La soberana procuró tener una vida religiosa, además de cultivar cualidades como el trabajo, la responsabilidad, empatía y el perdón. Ella era ejemplo, por eso cuando alguno de los 15 primeros ministros que conoció no se comportaba adecuadamente, ella tenía la autoridad para reprenderlo. Como líderes debemos guiar con ejemplo.
6. Sé generosa con todos
Desde la época victoriana, los monarcas ingleses siempre han tenido un gaitero en el castillo de Balmoral que los despierta con melodías típicas escocesas. El de Isabel II era Scott Methven, quien en 2017 se enfrentó a un momento muy delicado, ya que a su esposa la diagnosticaron con cáncer terminal. Entonces la monarca le dio permiso de marcharse con su mujer a casa y dispuso que las nanas reales, que suelen cuidar a los príncipes George, Charlotte y Louis cuando visitan a su bisabuela, ahora cuidaran de los hijos de Scott. La reina ordenó que los niños viviesen con ella en Balmoral y luego en Windsor, donde vivía la mayor parte del tiempo hasta que su padre pudiera hacerse cargo de ellos. Y así fue.