Al esposo de una reina jamás se le corona, ni se le llama rey o rey consorte. Sólo adquiere el título real de príncipe y un ducado importante tal cual le sucedió al esposo de Isabel II, Su Alteza real el príncipe Felipe del Reino Unido y Duque de Edimburgo. En cambio a la esposa de un monarca sí se le otorga el título real de Su Majestad que no es otra cosa que el prefijo que va antes de su nombre. En el caso de la esposa de Carlos III será Su Majestad la reina consorte Camila del Reino Unido. Es una costumbre que después de la ceremonia de coronación de un rey, su esposa sea ungida y coronada con un breve rito.
Aunque también se han dado sus excepciones, por ejemplo, la última reina consorte que tuvo su propia coronación fue Ana Bolena, segunda esposa del rey Enrique VIII en 1533. Existen varias coronas de reinas consortes en el joyero real, por ejemplo “La Corona de Estado y Diadema de la reina María de Módena de 1685”, o “La Corona de la Reina Alejandra de 1902″, por otro lado está “La Corona de la reina María de 1911” y “La corona de la reina Isabel, la reina madre de 1937”.
En la historia reciente, esta es la primera vez desde el siglo XVIII que no se ha mandado hacer una corona especial para la esposa de un rey. La última consorte que rehusó a tener una corona nueva fue la reina Carolina, esposa de Jorge II, que eligió la corona de María de Modena.
Hoy Camila, esposa de Carlos III ha elegido una ya existente con el único objetivo de ahorrar este gasto, y así ser congruente con el mensaje de austeridad que su esposo ha querido dar desde que subió al trono el pasado 8 de septiembre. La actual reina Camila se ha decantado por la espectacular Corona de Estado de la reina María de 1911, esposa del rey Jorge V.
Una pieza única elaborada por una de las casas joyeras preferidas de la familia real desde el año 1843, nos referimos a Garrad. Sí, la misma que elaboró el anillo de compromiso de la princesa Diana en 1981 y que pasó a la historia por su impresionante zafiro de Ceilán de 12 quilates abrazado por 14 diamantes y montado en oro blanco, su precio entonces fue de 60,000 libras.
Años después el primogénito de Lady Di, el príncipe William le propuso matrimonio a su novia de toda la vida Kate Middleton, hoy Catherine princesa de Gales quien lo lleva en la actualidad. Pero volviendo a la corona que lucirá Camila este 6 de mayo, les cuento que en los últimos meses esta pieza se ha sometido a mantenimiento además de algunos cambios menores como a la inserción de varias piedras preciosas cumpliendo así la tradición de que cada consorte real le imprima su propio estilo.
Como parte de estas modificaciones Camila ha querido rendir homenaje a su difunta suegra, la reina Isabel II, por lo que se engastaron los diamantes Cullian III, IV y V. Estos diamantes los solía llevar Isabel II como broches. La historia de los diamantes Culllian III, IV y V es que en realidad formaban un gran diamante proveniente de Sudáfrica encontrado en el año 1905 y con un peso de 3,106 kilates y que posteriormente fue cortado.
La estructura de esta corona estaba compuesta por ocho arcos inspirados en la corona de la reina Alejandra y podían desprenderse para usarse como diademas. Para esta ocasión se retiraron cuatro de los ocho arcos desmontables con la intención de crear una pieza diferente para Camila.
La piedra que definitivamente se retiró de esta corona fue el gran diamante Koh-i-Noor proveniente de las famosas minas de diamantes de Golconda, ubicado en la región centro-sur de la India. Esta famosa piedra llegó a manos de la reina Victoria en 1849 y aunque estaba mal tallada al final quedó una impresionante pieza de 105.60 quilates. Sin embargo detrás de este tesoro existía la leyenda que este diamante traía mala suerte a los hombres que lo llevaban por eso siempre se colocó en las coronas de las reinas consortes.
Es muy probable que Carlos III no haya querido arriesgarse y por ello pidiera que se retirara de la corona de su esposa. Este 6 de mayo Su Majestad la reina Camila llevará una corona regia llena de historia pero sobre todo blindada de maldiciones y leyendas.