Tras la extraña obsesión de Pedro I de Rusia con los enanos hay una interesante e histórica explicación de por qué usaban a estas personas como bufones. Se les registró como enanos de la corte, y los reyes y reinas los usaban para divertirse.
¿Qué son los enanos de la corte en la realeza?
De acuerdo con historiadores, los enanos de la corte debían acompañar al rey o la reina durante eventos públicos o ceremonias importantes. ¿La razón? Como estos enanos eran tan bajitos, el monarca parecía mucho más alto y esto engrandecía su posición de poder.
Así como los bufones eran animadores profesionales, los enanos de la corte tenían a su favor sus “inusuales cuerpos” para divertir a los miembros de la realeza y su círculo social.
La corte de los enanos para la realeza de Europa
No solo Peter I de Rusia tenía la extraña obsesión con estas personas, pero su hermana, Natalya Alexeyevna de Rusia, contaba con 93 enanos en su corte. Mientras tanto, la casa de la corte real española tenía al menos 70 enanos.
Además de entretener, cada enano tenía una función específica y variaba según la casa real. Después de cumplir con su tiempo en la corte, ocasionalmente recibían una pensión u otros beneficios.
Se sabe que en Francia estuvo el enano llamado Richebourg, quien pertenecía a la pudiente familia de los Orleans y se encargaba de hacerse pasar por un infante para cargar cargamento peligroso durante la Revolución Francesa.
Otro de los primeros registros hechos en Gran Bretaña fue el enano Jeffrey Hudson, que criaba y cebaba toros para George Villiers, 1er duque de Buckingham. Cuando George hizo una cena para el rey Carlos I de Inglaterra y su esposa la reina Enriqueta María de Francia, ésta decidió adoptarlo y se convirtió en su enano.
La reina Enriqueta María tuvo otros dos enanos: Richard Gibson y su esposa Anne. De hecho, la reina deseó que se casaran.
Asimismo, las princesas Catherine Jagiellon y Sofía Jagiellon de Polonia tenían a sus respectivos enanos, Agnieska y Dorhothea Osterlska; les acompañaron cuando dejaron Polonia para casarse.
Los enanos más famosos de la casa real española eran los de Felipe IV de España —mismos que fueron repredentados en numerosas obras de Diego Velasquez. La reina tuvo varias enanas, como Maria Bárbola, Juana de Aunon y las hermanas Genoveva y Catalina Bazan y Bernarda Blasco. El rey Felipe V de España abolió la participación de enanos a partir de 1700.