Joyas malditas de la historia que trajeron desgracias a sus propietarias

¿Joyas que traen mala suerte? Te contamos la historia de muchas piezas de joyería que solo fueron portadoras de desgracias y mala suerte a quienes las usaron. Estas son las joyas malditas de la historia.

Joyas malditas de la historia

Todas tenemos pequeñas supersticiones sobre piezas de joyería que poseemos, como un anillo muy especial o ese amuleto de jade que era de nuestra abuela y creemos que nos trae buena suerte. Una pulsera que juramos nos protege del mal… ¡Y así, hasta la mujer más sofisticada puede tener una joya fetiche a la que atribuye cosas buenas!

Sin embargo, una nueva exhihición en el museo Victoria & Albert de Londres recuerda que muchas royals, aristócratas y celebridades han tenido joyas que les trajeron mala suerte. ¡Y las perlas tienen las historias menos glamorosas y más inquietante de todas!

¿Las perlas son de mala suerte?

A lo largo de la historia, las perlas han sido símbolos de riqueza y de estatus. Los romanos ya creaban joyas con perlas, que los bizantinos, los de la época del medioevo y los renacentistas adoraban.

En los años 1600, la colección de perlas de la poderosa Mary II, reina de Inglaterra, Escocia e Irlanda, era famosa en Europa, porque se volvía loca por ellas, aunque sin duda le trajeron mucha mala suerte.

Mary tuvo una vida muy infeliz, pues la acusaron de inmoral porque creían que era homosexual, la obligaron a casarse con un primo que no amaba y nunca pudo tener hijos. Murió de viruela a los 32 años de edad.

La Peregrina

Una de las perlas más famosas del mundo, que a muchas de sus dueñas trajo mala suerte, es La Peregrina: una perla perfecta en forma de pera, que por 500 años ha cambiado de dueños, desde que un esclavo africano la encontró en el siglo XVI en el golfo de Panamá.

La perla fue a la Corona de España ( Felipe II se la regaló a su esposa Mary I de Inglaterra), donde estuvo durante 250 años, y fue usada por Margarita de Austria , esposa de Felipe III; más tarde por Isabel de Francia y Mariana de Austria, ambas esposas de Felipe IV, ¡y con ella puesta fueron pintadas por Diego Velázquez!

Después, José Bonaparte, hermano de Napoleón, cuando fue rey de España y tuvo que huir del país, se llevó con él La Peregrina y otras joyas de la Corona española.

Su sobrino Napoleón III la heredó, pero tuvo que venderla a la familia Hamilton en Inglaterra cuando perdió el trono y se exilió completamente arruinado.

La peregrina permaneció en el Reino Unido hasta que Richard Burton la compró en una subasta en 1969 por 37 mil dólares, para regalársela a Elizabeth Taylor, quien la perdió en una ocasión y la encontró en la boca de uno de sus perros.

Muchos dicen que es una perla que da mala suerte y que sus dueñas “han llorado por amor y desgracias”. A la muerte de Liz Taylor, La Peregrina se vendió en Christie’s por más de 11 millones de dólares, y nadie sabe quién la posee.

Corona Imperial

La emperatriz Catalina la Grande de Rusia, quien jamás fue feliz, poseía una de las colecciones de diamantes más valiosas del mundo y creía que la Corona Imperial creada para ella estaba “hechizada”. (Muchas de sus joyas fueron subastadas en el 2010 en los Emiratos Arabes.)

Tiara de Hannover

La tiara de Hannover es otra joya con mala fama, pues las princesas que la llevaron, esposas del príncipe Ernesto de Hannover —Carolina de Mónaco y Chantal Hochuli — han comentado que comenzaron a tener mala suerte cuando empezaron a usarla.

Joyas Grimaldi

La princesa Grace de Mónaco utilizaba las impresionantes joyas Grimaldi, que estaban “condenadas”, porque pertenecían a bandidos de siglos atrás, y su vida terminó joven y trágicamente.

Dicen que por eso Charlene de Mónaco no quiere usar las tiaras Grimaldi que usaba Grace, y solo lleva las joyas nuevas, que le ha regalado su marido, el príncipe Alberto.

Joyas de Jackie Kennedy

Sin embargo, Jackie Kennedy-Onassis creía que su collar de perlas de tres vueltas y su anillo de kunzita rosado eran amuletos de buena suerte.

Anillo de compromiso de la princesa Diana

Y cuando el príncipe William le dio a Kate Middleton el anillo de compromiso que el príncipe Carlos le había dado a la princesa Diana, muchos comentaron que podría traerle mala suerte —como a Diana—, pero los jóvenes no hicieron caso y Kate lo lleva con confianza.

Diamante Hope

El enorme diamante azul Hope trajo mala suerte desde el principio. Lareina María Antonieta y su marido Luis XVI lo heredaron, ella lo usó en su coronación ¡y ambos fueron decapitados en la guillotina!

A lo largo de los siglos sus dueños sufrieron accidentes, muertes violentas y enfermedades. Cuando lo compró el millonario Henry Philip Hope (de ahí su nombre), este se fue a la bancarrota.

Después, el joyero Pierre Cartierlo vendió a Evalyn Walsh McLean, quien “no creía en su mala suerte”. De sus cuatro hijos, uno murió en un accidente de auto y otro sufrió una enfermedad mental.

Comprado por el joyero Harry Winston, el Hope fue donado al museo Smithsonian en 1958.

Otras joyas malditas de la historia

Otras piedras funestas son el diamante negro Orlov (las dos princesas rusas a quienes perteneció, Vyegin-Orlov y Leonila Galitsine-Bariatinsky, se suicidaron).

Y el rubí Black Prince de la corona inglesa, que encierra una historia de traiciones y asesinatos.