De entre las muchas curiosidades que hay en la historia de la realeza británica —como el hecho de que Isabel II puede declarar una guerra—, una curiosa anécdota tiene que ver con el matrimonio del rey Jorge VI y la Reina Madre.
Reina Madre, la matriarca de la familia real británica
Elizabeth Angela Marguerite Bowes-Lyon fue la hija menor de los 10 que tuvieron sus padres, Claude Bowes-Lyon y Cecilia Cavendish-Bentinck.
Hoy día, Elizabeth Angela fue mejor conocida como la Reina Madre, mamá de Isabel II. Tras la muerte de la reina María de Teck en 1953, Elizabeth se volvió la matriarca de la familia y tuvo una vida pública muy activa incluso meses antes de su muerte a los 101 años —siete semanas después de la muerte de su hija, la princesa Margarita.
Cuando la Reina Madre rechazó al rey Jorge VI (tres veces)
El esposo de la Reina Madre se convirtió inesperadamente en rey de Inglaterra, cuando su hermano, Eduardo VIII, abdicó al trono para casarse con la aristócrata divorciada Wallis Simpson. De hecho, esa es la razón por la que Isabel II no iba a ser reina, pero el destino tenía otros planes.
Pero mucho antes del enlace y de este histórico evento, Elizabeth rechazó al rey Jorge en tres ocasiones. Entonces era príncipe Alberto, duque de York —”Bertie” para la familia—, el segundo hijo del rey Jorge V.
La primera vez que Alberto le propuso matrimonio a Elizabeth fue en 1921, pero ella lo rechazó, temiendo “nunca, jamás poder pensar libremente, o actuar o hablar como siento que debería”, declaró. Pero él sustentó que no se casaría con ninguna otra.
Después de este suceso, la reina María de Teck visitó a la propia Elizabeth, para ver quién era la mujer que ‘había robado el corazón de su hijo’. Aunque María sabía que Elizabeth era “la única que podía hacer feliz a Bertie”, no quiso interferir.
En aquel momento, Elizabeth era cortejada por el caballerizo del rey, James Stuart, pero dejó su trabajo por uno mejor pagado en Estados Unidos. En 1992 Elizabeth fue dama de honor en la boda de la hermana de Alberto, la princesa Mary, con el vizconde Lascalles. Entonces le propuso matrimonio por segunda vez y lo volvió a rechazar.
Fue hasta 1923 cuando Elizabeth aceptó casarse con el príncipe Alberto, a pesar de sus dudas sobre la vida de la realeza. Le entregó un anillo de compromiso de platino con u zafiro Kashmir y dos diamantes a los lados.
La boda se llevó a cabo ese año en Wesminster Abbey y Elizabeth se volvió su alteza real la duquesa de York.