Podría pensarse que la maldición que rodea a la Familia Real de Mónaco es solo una leyenda, pero parece ser más real de lo que imaginas. Todo comenzó cuando reinaba Rainiero I (ancestro de Alberto de Mónaco), quien sintiéndose intocable, abusaba sexualmente de cuanta mujer podía, hasta que una de ellas lanzó un maleficio en su contra: “Los Grimaldi nunca encontrarán el amor en el matrimonio”.
A lo largo de los años, hemos visto a varias parejas de la familia, fracasar por varias razones. Primero, La princesa Carlota se casó con Pedro de Polingnac y tuvieron dos hijos: Antonieta y Rainiero III. Según el escritor James Lees-Mine, la pareja se divorció 13 años después, porque Pedro era homosexual y Carlota le fue infiel en varias ocasiones.
Rainiero III se casó con Grace Kelly y este matrimonio siempre estuvo rodeado de problemas, hasta que ella falleció en 1982. Antonieta por su parte, se casó tres veces y su último esposo murió de forma sorpresiva tan sólo seis semanas después de la boda.
Los hijos que Antonieta tuvo con su primer esposo, se han divorciado al menos una vez. Carolina de Mónaco, hija de Rainiero III, lleva tres matrimonios y aunque sigue legalmente casada con el tercero, desde hace varios años viven separados.
En cuanto a Alberto de Mónaco, antes de casarse con Charlène, ya tenía dos hijos, fruto de relaciones pasajeras y desde que la pareja se casó, los rumores de divorcio no los han dejado en paz.
Los hijos de Carolina son los que más éxito han tenido y quienes probablemente se libren de esta maldición. Andrea Casiraghi lleva 10 años de matrimonio, Pierre y Beatrice Borromeo llevan 8 años casados y Carlota va para 5 con Dimitri Rassam.