Mentiras sobre María Antonieta que hemos creído por años
En junio de 1791 la monarquía fue abolida en Francia y los reyes fueron juzgados y condenados por traición. El Tribunal Revolucionario, surgido durante la Revoluciono Francesa, condenó a la reina a muerte, tan solo nueves meses después de la ejecución de su esposo, el rey Luis XVI.
María Antonieta fue condenada por traición, además se le acusaba de promover intrigas en la corte, de satisfacer sus caprichos desmesurados, pero sobre todo, de arruinar las finanzas del país. Incluso se le condenó por supuestamente haber mantenido una relación incestuosa con su hijo Luis Carlos, el delfín de Francia.
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Ejecución de María Antonieta
Fue el 16 de octubre de 1793 cuando María Antonieta fue ejecutada en la Plaza dela Revolución, conocida actualmente como la Plaza de la Concordia.
A las once de la mañana, entró a su celda Charles-Henri Sanson, su verdugo, para llevarla a su destino final. La reina fue transportada en una carreta de heno tirada por un caballo, con las manos atadas a la espalda.
Cuando la reina de 37 años llegó a la plaza, la muchedumbre que la rodeaba, aplaudía y le gritaba un sin fin de insultos.
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Acostumbrada a la oscuridad de su celda, María Antonieta se deslumbró por el brillo de la luz del sol y al caminar perdió un zapato y con el otro piso al verdugo sin querer. Sus últimas palabras fueron:
“Señor, le pido perdón, no lo hice a propósito”.
Después de la ejecución, el verdugo mostró la cabeza a la impaciente muchedumbre, que abarrotaba la plaza de la Revolución, y gritó con furia: “Viva la República“.
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