La princesa archiduquesa de Austria y reina consorte de Francia fue una de las más odiadas de su época —pero también una de las reinas más poderosas e importantes en la historia.
Con el tiempo hemos sabido más sobre la vida de María Antonieta, como la impresionante colección de joyas que tenía o la extraña (y asquerosa) mascarilla que usaba para su cutis. Y lo cierto es que esta joven que se casó a los 15 y se hizo reina a los 20 tuvo una de las vidas más habladas a nivel histórico.
Por eso no resultaría raro que nos preguntáramos, ¿cómo murió María Antonieta? Además de que también se saben cuáles fueron las últimas palabras que dijo antes de ser ejecutada, te decimos qué fue de sus últimos días de vida.
Ejecución de María Antonieta
La monarquía fue abolida en Francia en 1791 y los reyes fueron juzgados y condenados por traición. El Tribunal Revolucionario que nació tras la Revolución Francesa condenó a María Antonieta a muerte después de haber ejecutado a su esposo, el rey Luis XVI.
La condenaron por traición y la acusaban de promover intrigas en la corte, satisfacer caprichos desmesurados y sostener relaciones con otros hombres fuera de su matrimonio.
Finalmente la vida de esta joven monarca terminó el 16 de octubre de 1793, la ejecutaron en la Plaza de la Revolución (hoy conocida como Plaza de la Concordia). Ya que estuvo en la guillotina, dijo sus últimas palabras: “Señor, te pido perdón, no lo hice a propósito”.
Los últimos días de vida de María Antonieta
Antes de ser ejecutada, María Antonieta vivió unos tumultuosos días antes de que la llevaran a la guillotina. Y un lugar que jugó un papel trascendente en estos días fue el Palacio de Rambouillet (o Château de Rambouillet).
Es un gran castillo —ahora museo— en la parte norte de Francia y que primero funcionó como fortificación en 1368. Muchos años después, en 1783 se convirtió en la propiedad privada del rey Luis XVI, y se dice que cuando María Antonieta llegó al lugar, exclamó: “¡cómo será posible que yo viva en esta casucha gótica!”.
Según historiadores, para que su esposa estuviese más contenta en el palacio, mandó construir una laiterie de la reine (algo como “la lechería de la reina”), donde los cubos eran de porcelana, tenía mármol y muebles exclusivos.
El English Garden fue comisionado específicamente para la reina también porque era el lugar donde podía vivir como “una persona sencilla” en medio de un idealizado mundo rodeado de naturaleza.
La prisión de María Antonieta
Aunque la reina disfrutó de su “casusha gótica”, el Conciergerie (antes un castillo medieval) se convirtió en su centro de detención y prisión. De hecho puedes visitar la celda en la que estuvo, y de ahí la llevaron al Palacio de la Concordia para ser ejecutada.
Al llegar a su celda se golpeó la cabeza contra el dintel, entonces obligó a un guardia que le preguntara si se había lastimado. Así lo hizo, y la royal respondió, “¡no, nada puede lastimarme ahora!”. Así, quizá lo más difícil de su captura es que nunca tuvo privacidad, pero sí fue bien cuidada hasta sus últimos momentos por dama de servidumbre, Rosalie Lamorlière.