Las mejores prendas básicas brindan el máximo estilo con el mínimo esfuerzo. Partamos del círculo virtuoso que significa verte bien. Si frente al espejo ves a una mujer con un buen look y sonríes, eso influye positivamente en tu estado de ánimo. Por eso llegamos a la sencilla conclusión de que, invertir en tu imagen, vale totalmente la pena.
Claro, sin llegar a coincidir con Carrie Bradshaw, quien tenía una peculiar percepción de finanzas personales, pues afirmaba: “Me gusta tener mi dinero a la vista, colgado en mi armario”. Lo sentimos Carrie, pero, siendo realistas, en casos de emergencia, un bolso de diseñador no es de gran ayuda.
Por eso es importante encontrar un punto medio, un balance entre una prenda de buena clase, que te haga ver arreglada y dure varias temporadas, todo por un costo razonable.
Si te cuesta trabajo definir hasta qué punto determinada pieza es una buena inversión, puedes poner en práctica la siguiente operación. Imagina que te encuentras con un abrigo camel a un precio de 6 mil pesos. Considera que, como mínimo, lo usarás 5 años durante los meses de frío, esto significaría que te lo pondrías, aproximadamente, unas 150 veces en total. Haciendo cuentas, te saldría a 40 pesos cada puesta. Está en ti definir si vale o no la pena.
Las prendas de fondo de armario deben ser una suerte de prendas clásicas, de diseño atemporal y con elementos decorativos discretos, en otras palabras, que las puedas ocupar en muchas ocasiones, pero que no se vean como un uniforme. Volviendo al caso del abrigo camel, que si le pones un broche hermoso y lo combinas con una mascada de seda se vea elegante o que si lo usas con una playera, jeans y botas, te funcione para un café entre amigas. Considéralas como los comodines de tu guardarropa, porque van con todo y te ayudan a crear distintos looks. Sólo pon atención: no te esmeres en completar la lista, sino en conseguir la pieza que mejor funcione para ti. Entre los básicos que debes tener, destacan:
1) Americana
Una chaqueta bien estructurada de buena clase es una pieza versátil, pues lo mismo la puedes usar dentro de un conjunto formal, para la oficina; un vestido coctel, en una reunión o unos jeans para un viernes casual. Si tu cuerpo tiene más curvas en la cintura o eres de hombros estrechos, busca que llegue a la cadera. Si eres de talle rectangular, opta por los acinturados. Y si eres de triángulo invertido, te quedan mejor los de línea “A”.
2) Camisa blanca
Una camisa de vestir blanca que se ajuste a la forma de tu cuerpo es otra pieza imprescindible y versátil que puede llevarse con distintos conjuntos, ya sea con falda o un pantalón (formal o casual), bajo un vestido o, incluso, sobre unos leggings. Para que se vea diferente y más elegante: estilízala. Ya sea que la corones con una mascada anudada al cuello, la decores con un juego de collares o la ajustes a tu silueta, usándola con un cinturón.
3) Falda lápiz
Las faldas ajustadas son una opción favorecedora para muchos tipos de figuras. Es importante que te lleguen arriba o debajo de las rodillas (nunca sobre ellas, porque acortarán “visualmente” tu porte). Se trata de una opción muy fresca para el verano. Como plus, si las coordinas con un suéter de cuello alto te verás espectacular en invierno.
4) Abrigo
Un buen abrigo que funcione lo mismo funcione dentro de coordinados casuales que formales, es una compra que vale cada centavo. Para dar con el modelo ideal, toma en cuenta las siguientes consideraciones. Si tienes unos kilos de más, busca que las solapas sean ascendentes; si tu cuello es corto, aléjate de las plumas y pieles en el cuello; si tienes busto abundante, considera que el cuello camisero aporta volumen, mientras que el de tipo solapa, estiliza.
5) Ropa interior adecuada
“Lo esencial es invisible a los ojos” es una frase del escritor Antoine de Saint-Exupéry. Esta fabulosa lección también se aplica en la moda Finalmente, donde la lencería adecuada tiene el super poder de elevar cualquier outfit.