No es casualidad que el visionario guía súper rápida para cuidar del dorso de tus manos, así dirás adiós a la resequedad y hola a las manos saludables.
Cuídalas en casa
Para que luzcan divinas, una vez a la semana prepara un exfoliante suave que elimine asperezas y rugosidades. La fundadora del blog www.helloglow.co, Stephanie Gerber, recomienda mezclar en la licuadora un cuarto de arroz blanco cocido, media cucharada de néctar de agave y media cucharada de jugo de limón. Aplicar con movimientos circulares, dejarlo actuar de uno a dos minutos y retirar con agua tibia.
Cuídalas en casa
Humecta y desinfecta
Nunca antes habíamos lavado con tanta frecuencia nuestras manos y, aunque lo hacemos para mantenernos sanas, la barrera cutánea se ve afectada. Cuando el manto hidrolipídico se deteriora, perdemos la hidratación y aparecen las asperezas. Para evitarlo usa cremas hidratantes con glicerina, vitamina E o mantecas naturales. Existen algunas que, además de nutrir, desinfectan.
Humecta y desinfecta
Protección ambulante
Si ya estás harta de los geles y la sensación pegajosa que dejan sobre la piel, es momento de probar las brumas desinfectantes: ligeras, efectivas y con un delicado aroma. Por su presentación son fáciles de llevar en el bolso y también la puedes rociar sobre la ropa o distintas superficies.
Protección ambulante
Truco de colores
Aunque la elección del tono del esmalte puede ser un tema de tendencias, también es cuestión de astucia. Si quieres ocultar visualmente algunos años, la firma Essie recomienda atraer la atención hacia la punta de los dedos, ya sea con un manicure clásico impecable o pigmentos rojos, o apelar al efecto de calidez y luz que aporta la gama de los corales. Así como alejarte de los esmaltes que tengan base azul, ya que resaltan la presencia de las venas.
Truco de colores
Atención especializada
Si los años no han pasado, pero se han quedado en el dorso de tus manos, es momento de ir con un profesional. Según la American Academy of Dermatology, si tu problema son las manchas, los tratamientos de crioterapia, terapia láser, exfoliación química o microdermoabrasión pueden ayudarte; mientras que para combatir la flacidez o pérdida de densidad se pueden inyectar rellenos cosméticos o grasa de tu propio cuerpo.