Desde que el bebé nace hasta que cumple los seis meses, la leche materna cumple con los requerimentos nutricionales. Pero una vez que pasen esos seis meses, será necesario darle una alimentación más completa —de ahí que se le llame alimentación complementaria.
A) Inicio de la alimentación complementaria
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud, la apropiada alimentación complementaria consiste en alimentos ricos en energía, proteína y mictronutrientes (hierro, zinc, vitamina A, vitamina C y folatos).
También son los alimentos que se preparan fácil y rápido desde casa, no llevan tantos condimentos y se adaptan bien al paladar de los infantes.
Asimismo el Instituto recomienda que les des a los bebés:
- 6-8 meses: comida espesa (papillas o purés)
- 9-11 meses: comida espesa con desmenuzados o picados
- 12-24 meses: comida sólida
B) Con qué alimentos iniciar la alimentación complementaria
En este documento citan a la Asociación Española de Pediatría para explicar que «aunque no hay alimentos que otros para empezar», hay varios básicos que te servirán de guía.
- 6-12 meses: cereales, frutas, hortalizas, legumbres, huevo, carne, pollo, pescado.
- 12-24 meses: todo lo mencionado arriba + leche entera, yogurt, queso tierno.
- 12 meses a 2 años: pueden iniciar con sólidos (frutos secos, manzana, zanahoria cruda, etc).
C) Lo que debes tomar en cuenta
La alimentación complementaria es un sí o sí para el buen desarrollo del niño. Sin embargo, como en cada etapa de crecimiento, los papás debemos estar al pendiente de algunos aspectos de cuidado.
Por ejemplo, cuando inicien con frutos completos hay riesgo de atragantamiento o sustitución por alimentos menos nutritivos. Y si empiezas la alimentación de manera tardía (con los niños más grandes), pueden desarrollar alergias alimentarias, intolerancia al glúten o eccema atópico.