La crisis nos puede perjudicar de distintos modos, en los ingresos, gastos, deudas o inversiones, lo que afecta negativamente nuestro bolsillo o estilo de vida. En estos casos es mejor estar preparados, evitar dejarnos llevar por emociones y no perder de vista los objetivos financieros a largo plazo. Debemos entender de que los ajustes que hagamos serán temporales y que, con disciplina, lograremos nuevamente recuperar nuestra estabilidad.
Si disminuyen tus ingresos
El factor de ingresos será uno de los más afectados. Muchas personas tienen un componente variable, ya sea por ser profesionistas independientes, emprendedores o porque nuestra paga se vincula a trabajos que no es posible realizar. Así que, en estos casos, lo más sano es reducir los gastos no prioritarios, con esto lograremos no dejar que disminuyan nuestros ahorros o endeudarnos. Otra opción para buscar un apoyo financiero extraordinarios es acercarte a tu Afore para hacer un retiro por desempleo, este monto puede ayudarte a hacer frente a gastos extraordinarios.
Cómo ajustar gastos
Es importante señalar que, en todo momento, el nivel de estos debe ser congruente con nuestros ingresos, es decir, nunca debemos de desembolsar más de lo que ganamos o intentar financiar gasto corriente por medio de las tarjetas de crédito. Ahora, en tiempos de crisis, con mayor razón es necesario hacer un ejercicio que nos permita ajustarnos a la nueva realidad.
El primer paso es hacer una lista exhaustiva de todos los gastos con el mayor detalle posible, desde aquel café de la mañana hasta los pagos de estacionamiento o propinas. El segundo paso es agruparlos por categoría (comida, casa, educación, diversión) y jerarquizarlos. El tercer paso es hacer un plan de austeridad. En muchos casos puede resultar duro cortar por completo los no prioritarios a los que estamos acostumbrados, pero podemos buscar sustitutos más económicos o soluciones caseras.