Cuando llega el tema de la crianza, todo puede estar lleno de dudas e incluso miedos, por supuesto que ningún padre quiere que sus hijos sean niños consentidos haciendo berrinche.
Sin embargo, a veces sin darte cuenta fomentas una mala actitud en tus pequeños a través de tus acciones, sobre todo porque debes de marcar los límites claramente.
Niños consentidos: cuáles son los peligros y consecuencias de criar hijos mimados
Acceder a todas las peticiones de tus niños, aun cuando te parezcan más insignificantes, tienen más impacto en su desarrollo de lo que te puedes imaginar.
De acuerdo con el psicólogo infantil Sergi Banus, la frustración o negación debe formar parte del aprendizaje general del niño, durante los dos y cuatro años, ya que a esta edad es en la que suelen presentar más berrinches.
¿Cómo saber si mi hijo está muy mimado?
La mayoría de los padres que están siendo permisivos ni siquiera se dan cuenta de ello, pero existen algunas características que pueden ayudarte a identificar para saber si eres o no uno de ellos.
Marca las que creas que concuerdan contigo o tu hijo:
- Eres sensible, pero poco exigente.
- Evitas hacer demandas de responsabilidad o conductas hacia tu hijo.
- Te cuesta decirle que no y casi siempre terminas cediendo.
- Para evitar un berrinche o solucionarlo le das lo que pide.
- No estableces tareas para tus hijos.
- No existen reglas o una rutina diaria que siga tu hijo.
- Tu hijo no tiene horarios para realizar sus actividades y cada día él elige lo que hace primero.
- Toma decisiones sobre los lugares a los que quiere ir, en lugar de elegir una opción que tú le des.
- Si no obtiene lo que desea hace un berrinche enorme.
- No respeta a otras autoridades como en la escuela.
¿Cómo es un niño consentido de adulto?
Resulta totalmente normal querer darle todo lo que pide y más, a tu pequeño, quieres que siempre esté feliz e inconscientemente los padres consienten a sus hijos pensando que esto los acercará más a él o fortalecerá el lazo, pero la realidad es que terminan generando un efecto totalmente contrario.
De acuerdo con el psicólogo infantil, es necesario que los padres sepan que al ser demasiado permisibles están fomentando que en el futuro sea una persona intolerante y no sepa esforzarse para lograr lo que desea o se derrumbe ante el primer fracaso que tenga como adulto.
Además las demandas de atención y caprichos serán cada vez mayores, el niño jamás aprenderá a lidiar con las frustraciones y tampoco aprenderá a manejar sus emociones en momentos de crisis, por lo que será fácil que genere una actitud negativa, agresiva e incluso deprimente.
Entre más permisible seas con un niño, más conductas negativas se van presentando, notarás comportamientos impulsivos y agresivos, es decir, que de la nada haga berrinches excesivos porque algo le molestó o no obtuvo lo que pidió, esto ocurre, principalmente, porque no se le ha
enseñado a trabajar el autocontrol.
Por otra parte, sin darte cuenta estás limitando su independencia y su capacidad de ser responsable para resolver sus propios problemas, crecen con la idea de que sus padres y el resto del mundo deben solucionarles la vida y hacerles todo.
Los niños extremadamente consentidos suelen volverse personas exigentes, egoístas y déspotas.
¿Cómo ponerle límites a tu hijo?
Es importante destacar que el consentir a tu hijo de vez en cuando no es malo y que no se trata de convertirte en una especie de sargento al momento de educarlo, el verdadero secreto para fomentar un buen crecimiento está en encontrar un equilibrio entre los límites y la flexibilidad.
Un ambiente flexible es aquel en el que existen normas y límites establecidos, pero según las circunstancias también hay permisos que tu hijo puede tener, de este modo fomentarás que desarrolle su comportamiento y seguridad al ganarse las cosas como se debe, además que aprenda a reaccionar positivamente a los conflictos y obstáculos de la vida, pero sobre todo sabrá respetar y valorar lo que tiene.