Los papás harán lo que sea para proteger a sus hijos, pero lamentablemente nadie está exento de sucesos trágicos y cualquiera puede atravesar un trauma.
Trauma, como lo define Kids Health, es “un evento profundamente doloroso, temeroso o doloroso. Situaciones como abuso, violencia, accidentes o desastres naturales pueden ser traumas”.
Añaden que después de un trauma, los efectos emocionales pueden perdurar un largo periodo, incluso provocando trastorno postraumático. Pero los niños pueden recobrarse de ese trauma con ayuda externa, terapia y apoyo de sus papás.
Un trauma es un evento profundamente doloroso, temeroso o doloroso. Situaciones como abuso, violencia o accidentes pueden ser traumas. Kids Health
Tras el lamentable evento del atacante de 18 años que mató a 19 niños y dos maestras en la escuela primaria de Uvalde, en Texas, es importante tomar cautela el tema para aclarar cualquier duda de los niños, así como ser empáticos con lo sucedido y no excluir el dolor que presentan todas las familias a raíz de esto.
Ayudar a los niños a sobrellevar eventos traumáticos
Toda situación traumática que atraviesen los niños los dejará con una sensación de vulnerabilidad y sintiéndose indefensos —especialmente si el evento provino de un ataque de violencia, como tiroteo masivo o ataque terrorista, como apuntan en Health Guide—.
Signos de que un niño está traumado
La misma Health Guide apunta que las reacciones naturales ante un trauma varían en la edad de los pequeños, pero entre las reacciones y comportamientos hay afectación en el sueño, apetito, humor y bienestar general.
- Menos de 2 años: cambios en el patrón de sueño, parecen distantes, es más difícil calmarlos.
- 2-5 años: muestran signos de miedo, lloran o gritan, se “congelan”, regresan a actitudes de bebés (se chupan el dedo, mojan la cama).
- 6-11 años: dejan de tener interés por personas y actividades que antes eran recurrentes, malhumorados, problemas con la escuela, disruptivos y enojados, se sienten deprimidos.
- 12-17 años: tienen recuerdos del evento o evitan recordarlo a toda costa, abuso de alcohol u otros productos, irrespetuosos, agresivos y disruptivos, se sienten aislados y tienen pensamientos suicidas.
Ayudar a tu hijo a superar un evento traumático
La guía de Child Welfare asegura que aunque el trauma en niños puede ser serio y tener efectos a largo plazo, hay esperanza. Por eso compartieron una serie de tips con los que los adultos pueden ser de gran apoyo para una mejor y más rápida recuperación.
Identifica lo que detonó el trauma: es importante ver patrones del comportamiento y reacciones que “no encajan” con la situación. ¿Qué distrae a tu hijo o lo hace sentir ansioso?
Debes estar disponible emocional y físicamente: provee atención, consuelo y ánimo en formas que tu hijo lo aceptará. Los más pequeños querrán más abrazo, mientras los más grandes probablemente necesitarán más tiempo en familia.
Responde, no reacciones: las reacciones pueden generar emociones difíciles a los niños y adolescentes que de por sí ya se sienten abrumados. Cuando estén tristes, mantén la calma: baja la voz, haz conciencia de sus sentimientos y tranquilízalo.
No te tomes el comportamiento personal: deja que los niños sientan sus sentimientos sin ser juzgados. Ayúdales a encontrar las palabras y otros métodos aceptables para expresarlos.
Escúchalos: no evadas temas difíciles o conversaciones incómodas (pero tampoco los fuerces a hablar si aún no están listos). Que sepa que es normal tener demasiados sentimientos después de un evento traumático. Escucha, corrige cualquier información errónea y asegúrales que nada fue su culpa.
Y por supuesto, que no se deje de lado la búsqueda de tratamiento con un especialista. “Consejerías de salud mental o terapia con un profesional que puede reconocer el trauma de los niños ayudará a conocer la raíz de estos comportamientos y promover su sanación”.
Puedes leer más en la guía de Child Welfare.