De acuerdo con información de la ONU y la Unión Europea, en México de 10 a 11 mujeres son asesinadas cada 24 horas por violencia de género.
El feminicidio es la manifestación más extrema de violencia contra la mujer, y desafortunadamente es solo la punta del iceberg, en una problemática social en la que el 66% de las mujeres ha sufrido algún tipo de violencia: económica, verbal, psicológica, sexual o de discriminación, entre muchas otras.
Te interesa: Una nación culpable: México, uno de los peores países para ser mujer
Periodistas y activistas contra los feminicidios en México
Periodistas y activistas se han encargado de dar visibilidad a la grabe problemática que enfrentan día con día millones de mujeres en nuestro país.
Y es que durante la pandemia, los crímenes de odio contra la mujer se intensificaron a cifras alarmantes, pues durante el 2020 se registraron las cifras más altas de feminicidios.
Te interesa: “No fue accidente, fue feminicidio”, las protestas en Nuevo León sobre las mujeres desaparecidas
Estas son algunas de las periodistas y activistas que han investigado y denunciado los feminicidios en México.
Verónica Villalvazo / Frida Guerrera
Es una periodista y activista mexicana por la defensa de los derechos humanos, que desde el 2016 denuncia e investiga asesinatos de mujeres, bajo el seudónimo de Frida Guerrera.
La periodista adquirió este sobrenombre, que para ella es un grito de guerra, cuando comenzó a trabajar en Radio AMLO.
“Me pidieron que empezara a utilizar un seudónimo. Entonces yo me puse Frida, por Frida Kahlo”.
Verónica nació en Jalisco, pero en 2006 se desplazó a Oaxaca, dejando atrás su profesión como terapeuta una relación tóxica y violenta. A partir de entonces comenzaría su lucha contra la violencia género y los feminicidios.
“Ahora algunos medios cubren los feminicidios, pero hasta hace bien poquito solo tenían espacio en los periódicos amarillistas. Todas me duelen, pero las niñas me rompen”.
Su lucha, ha causado que ella misma haya sido víctima de la violencia de género, ha recibido amenazas de muerte, su gato fue torturado y degollado, y en tres ocasiones ha sido levantada y torturada.
“Frida es mucho más fuerte que Verónica, por eso a ella la tengo guardadita”.
Te interesa: “Las tres muertes de Marisela Escobedo”, retrato del feminicidio y la impunidad en México
Marcela Lagarde
Es una académica, antropóloga e investigadora mexicana, representante del feminismo latinoamericano. Usó por primera vez en español el término “feminicidio” para referirse al asesinato de una mujer por razones de género.
Desde 1996, la antropóloga mexicana planteó que esos crímenes que aún se consideraban extraños y que se cometían únicamente contra niñas y mujeres, fueran analizados como lo describía el término en inglés: femicide.
Te interesa: “Olvidadas: las muertas de Juárez”, un podcast perturbador sobre el feminicidio
Actualmente, Marcela lidera el movimiento feminista en México y Latinoamérica, y ha levantado la voz a favor de las mujeres y familias que han sido víctimas de la violencia de género y los feminicidios.
Cecilia Suárez
Además de su carrera como actriz, Cecilia se ha convertido en vocera de la iniciativa Spotligth, impulsada por la ONU para frenar la violencia contra las mujeres en el país.
“Es una iniciativa que tanto la Unión Europea como las Naciones Unidad han otorgado a cuatro países, entre ellos México es uno de los receptores, y es para erradicar principalmente el feminicidio, aunque comprende todas las distintas manifestaciones que tiene la violencia contra las mujeres”, reveló en entrevista.
Te interesa: Feminicidios en hoteles de paso: un peligro latente
En América Latina la iniciativa se concentra en la eliminación de la manifestación más extrema de la violencia, el femicidio, y será implementada en cinco países: Argentina, El Salvador, Guatemala, Honduras y México.
La actriz confesó: “No es honroso estar en la lista de esos países, es lamentable, la temática es sumamente triste y es algo que nos debe hacer reflexionar que desde la educación podemos cambiar la realidad de muchísimas personas”.
Lydia Cacho
Es una periodista y activista mexicana de los derechos humanos, que logró la primera sentencia por tráfico sexual de niños y pornografía infantil en México y Latinoamérica.
Sin embargo, el descubrimiento de la red infantil que involucraba a importantes políticos y empresarios mexicanos, la llevaron a vivir una tortura.
“Además de darle voz a las víctimas, lo más importante fue poder explicar cómo funcionan estas redes. Había senadores, diputados, gobernadores y empresarios multimillonarios vinculados en la explotación sexual de niños y niñas, y por otro lado, el lavado de dinero”, confesaba en su libro “Los demonios del Edén”.
La periodista fue secuestrada y torturada, y las amenazas de muerte la llevaron al exilio en España, desde donde ha seguido luchando por denunciar otras redes de pornografía y violencia infantil, además de denunciar la violencia de género y pronunciarse contra el feminicidio.
Recientemente se pronunció a través de sus redes sociales sobre el caso de Debanhi Escobar, la joven que fue encontrada muerta en una cisterna en Nuevo León.
“Que los poderosos no logren ocultar la verdad, que la indignación tome las calles de México, nosotras te pensamos, a ti y a todas las mujeres que han temido por su vida en las calles de #NuevoLeón #MéxicoFeminicida Que tu alma descanse, nosotras no nos detendremos”.
Norma Ledezma
Es la directora y fundadora de Justicia para Nuestras Hijas, una institución que busca apoyar y ayudar a víctimas de la violencia de género, desapariciones y feminicidios.
Su hambre de lucha nació cuando su propia hija, Paloma, desapareció y días después fue encontrada muerta:
“Desperté con una conciencia, y esta fue mi reflexión desde el día que la tuve en la tumba, pero al siguiente día tomé mi decisión: se la llevaron porque era mujer, de tan sólo 16 años; porque la estuvieron vigilando.
A mi hija la torturaron sexualmente, la golpearon, le quitaron la vida, que nadie tenía derecho a quitarle y finalmente la fueron a tirar ahí, en un mundo de hombres”, expresó Norma.
Norma asegura que en su lucha como activista de los derechos de las mujeres, se ha encontrado con un sin fin de dificultades, pues asegura que por su educación y condición de mujer, muchas veces ha sido ignorada por las autoridades.
“Me he topado con humillaciones no sólo de hombres, también de mujeres. Humillaciones porque conocía mis derechos, porque apenas sabía leer y escribir.
Me fui abriendo paso, después, estudié mi secundaria abierta, después la preparatoria, después licenciatura. Hubo muchas personas que me tendieron la mano, también fui apoyada por hombres y mujeres.
Tengo que reconocer que soy defensora de derechos humanos, no he cambiado yo, el cambio es para luchar por un mundo de igualdad, pero no ha sido fácil”, explicó.
Te interesa: Cataluña reconoce los feminicidios cometidos durante las cacerías de brujas en la Edad Media