Tenacidad y fuerza dentro y fuera de la pantalla, son las cualidades que colocaron a Kirk Douglas en el nicho de las grandes leyendas de Hollywood. ¿Un macho alfa del séptimo arte?
Altivo y poderoso, algunas veces navegaba un barco vikingo, otras aparecía en Europa en medio de un campo de batalla o dirigía hordas de rebeldes para liberarlos de la esclavitud en la Antigua Roma. En tierra, mar o aire, de una forma u otra salía victorioso, adulado siempre por quien en la película fuera la mujer más bella.
Motivo de admiración y envidia, se convirtió en el epítome de la masculinidad de los años 50 y 60. ¿Qué hombre no hubiera dado todo por ser como Kirk Douglas? “Hice toda una carrera interpretando hijos de perra”, dijo más de una vez a lo largo de su vida para referirse a los machos alfa del séptimo arte que le dieron fama, como el aguerrido Espartaco que interpretó en el filme homónimo de 1960 (Spartacus) del director Stanley Kubrick, o el violento boxeador Midge Kelly de la cinta Champion que le valió su primer Oscar a Mejor Actor en 1949.
“Sabemos qué papeles lo hicieron famoso, estaban llenos de fuerza y de rabia. Él era muy intenso”, explica su hijo Michael Douglas en el documental A Father… A Son… Once Upon a Time in Hollywood, producido por la cadena HBO.
Desde que era pequeño intimidaba a los demás, incluso a los adultos. Y perdía mucho el control.
Y es que Kirk, un galán salido de quién sabe dónde, que un día llegó a Hollywood para conquistarlo por siempre, era un hombre de emociones intensas. “Cuando estaba frustrado se ponía furioso y eso se puede ver en sus actuaciones”, describe Michael Douglas, su hijo.
Pero su resistencia era digna de admirar. Recuerdo que podía hacer de todo: desenfundar rápido un arma, saltar sobre caballos, hacer malabares, andar sobre remos, ¡él podía hacer cualquier cosa!
Cuál es el nombre real de Kirk Douglas y quiénes fueron sus padres
Pero Michael no fue generoso en declarar que, en su juventud, su papá era capaz de realizar cualquier hazaña. Kirk era poco convencional y la percepción de su primogénito la comparten hasta hoy muchas personas.
No obstante, la gran estrella de cine que todo el mundo recuerda no siempre fue tal. Kirk Douglas, alguna vez conocido como Izzy Demsky, en realidad se llamaba Issur Danielovitch Demsky y, a primera vista, tenía muy pocas posibilidades de conseguir la fama.
La historia de su nombre y su genealogía puede contarse con tono bíblico: Issur, luego Izzy, luego Kirk, padre de Michael, abuelo de Cameron, fue el hijo de Herschel, un campesino judío de Chavusy, un distrito del Imperio ruso ubicado en el territorio ahora conocido como Bielorrusia.
En 1910 la pobreza llevó a Herschel y a su esposa, Bryna Sanglel, a apostarlo todo por un pasaje de tercera clase en un barco que los llevaría de Rusia hasta las esperanzadoras tierras del Nuevo Mundo.
Kirk Douglas y su familia llegan a Estados Unidos
“Los grandes héroes de mi historia son mi padre y mi madre que llegaron a este país (Estados Unidos), donde esperaban que sus hijos tuvieran oportunidades”, llegó a decir Kirk.
Herschel estableció la nueva vida de su familia en Amsterdam, Nueva York. Siguiendo el ejemplo de su hermano, quien había llegado antes a tierras americanas, cambió su apellido a Demsky (por lo que su hijo Issur fue conocido por los vecinos como Izzy Demsky, un apelativo que él odiaba) y se dedicó a trabajar.
“Era trapero, lo más bajo de la escala económica”, contó Kirk Douglas en el documental de HBO. “Era un fracaso. Apenas podía mantener a la familia. Yo tenía seis hermanas, era el único chico, y todos trabajábamos para ayudar a mantenernos”.
El camino a la actuación de Kirk Douglas
Era frecuente que en la casa de los Demsky no hubiera comida en el refrigerador y que, cuando llegaba a haber algo, fuera para que Herschel comiera mientras su esposa e hijos vivían de un poco de pan y té. Kirk, entonces Izzy empezó a trabajar desde muy joven, pero no por eso dejó de estudiar.
Por el contrario, intentó por todos los medios entrar a la universidad, que pagó al trabajar como jardinero en el campus. Se graduó como licenciado en Letras y, gracias a una beca, se especializó como actor en la Academia Norteamericana de Arte Dramático. A ello siguió una carrera prometedora en Broadway.
Fue en aquel entonces, poco antes de unirse a la marina para hacer su servicio social durante la Segunda Guerra Mundial, que decidió cambiar su nombre de manera legal.
“¿Lo hice porque Issur Danielovitch no se vería bien en una marquesina, a menos que fuera bailarín de ballet, o porque pensé que el cambio me haría más aceptable? No lo sé, pero descubrí que el nombre Kirk Douglas era una bendición”, contó en su autobiografía Climbing the Mountain: My Search of Meaning (1997).
El fallido matrimonio de Diana Dill y Kirk Douglas
Kirk volvió de la guerra y de sus estudios en la marina (donde se graduó con honores) para casarse con Diana Dill. Habían coincidido en la Academia de arte dramático y él estaba impresionado con su belleza.
En una ocasión la vio en una fotografía de la revista Life y dijo: “Esta es la mujer con la que me voy a casar”, y tuvo la suerte de que ella lo aceptara. Cuando llegó el día de la boda los novios apenas se conocían. De hecho, es sorprendente que tardaran siete años en divorciarse, dado que su relación era un verdadero tormento debido a los múltiples engaños del actor.
“No puedo tolerar la infidelidad crónica, lo encuentro denigrante como mujer”, declararía más tarde Diana Dill, madre de los primeros dos hijos de Kirk: Michael y Joel.
Fue en los años de ese primer matrimonio cuando la brújula de su destino cambió la ruta: su futuro en la actuación no estaba en Nueva York, sino en California: Hollywood. “Lo que me llevó a la Meca del Cine fue que yo estaba en bancarrota. No tenía ninguna intención de convertirme en una estrella. No creí tener el tipo de galán, sólo quería ser actor, quería algo sencillo”, le contó al célebre periodista estadounidense Mike Wallace durante una entrevista en 1957.
Creo que un actor nunca piensa en ser una celebridad, sueña en ser actor. Pero si te vuelves una estrella descubres que eres un gran negocio, un hombre del que empiezan a depender muchas otras personas en la industria. Y eso se vuelve más difícil que actuar porque jamás nadie te enseña cómo manejar el éxito.
Fue por influencia de la actriz Lauren Bacall, quien lo recomendó para formar parte del reparto de la película The Strange Love of Martha Ivers (1946), que el rostro de Douglas comenzó a figurar como una opción en las producciones de Hollywood. Pero para el público su consolidación rotunda se debió a su papel en Champion, interpretación que lo llevó a obtener el premio de la Academia.
Después del codiciado galardón fue imparable: 20,000 Leagues Under the Sea (1954) y Gunfight at the O.K. Corral (1957) son los títulos con los que pavimentó su camino hacia la consagración, fenómeno que ocurrió cuando Douglas dio un paso al que la industria del cine no estaba acostumbrada: el histrión se convirtió también en productor.
Cuando su madre llegó a Estados Unidos, no sabía inglés ni tampoco leer y escribir. Fue Kirk quien le enseñó a escribir su mote. “Le decía a mamá: ‘un día voy a poner tu nombre en un cartel con luces y va a estar por delante del mío’”, contó su hermana Fritzi Becker en A Father… A Son… Once Upon a Time in Hollywood.
Y así hizo. Cuando fundó su compañía productora la llamó Bryna y su apelativo, Kirk Douglas, aparecía abajo en letras más pequeñas. “Mi padre nunca llamó a mi madre por su nombre”, recordaba.
Decía cosas como ‘díselo a la señora’, pero no la llamaba Bryna. Nunca se lo oí pronunciar. Supongo que se lo diría alguna vez, pero yo nunca lo escuché. No podía decirlo. ¿No es algo horrible?.
Debido a eso el nombre de su madre se convirtió en una poderosa inspiración para él.
Una vez la llevé a Times Square en una limusina y paramos ante una cartelera que ocupaba una manzana entera y le dije: ‘¿Ves mamá? Es lo que te enseñé a escribir: dice Bryna. Bryna presenta The Vikings’. Y ella me contestó: ‘¡Estados Unidos es una tierra maravillosa!’”.
Con Bryna Productions hizo historia. Además de The Vikings y muchos otros filmes, su casa productora se encargó de convertir en realidad los sueños de un joven y alocado cineasta por el que Douglas estaba dispuesto a apostar miles y miles de dólares: Stanley Kubrick.
En una mancuerna sin precedentes, Kubrick y Douglas encabezaron dos producciones de gran relevancia en la cultura cinematográfica, Paths of Glory y Spartacus. De esta última supuso un escándalo la inclusión en los créditos del guionista Dalton Trumbo, una de las mentes brillantes de la época que tenía a mal encontrarse en “la lista negra de Hollywood”, un grupo de personas señaladas por el senador republicano Joseph R. McCarthy como “comunistas traidores de la patria”, la cual obligó a muchos escritores a permanecer en el anonimato o incluso exiliados.
Douglas se levantó frente a la persecución anticomunista (conocida como macartismo) para darle a Trumbo el crédito que merecía, lo que entonces podía costarle la carrera entera.
“Pensé: ‘Ya está hecha la película. Al infierno, voy a poner el nombre de Dalton Trumbo en la pantalla’. La gente me decía ‘no vas a volver a trabajar nunca, es muy peligroso’, contra viento y marea la cinta se estrenó, el cielo no se desplomó y la lista negra se rompió”, declaró Kirk.
Creo que estoy más orgulloso de eso que de cualquier otra cosa que haya hecho en la industria.
Para Jack Valenti, expresidente y consejero delegado de la Motion Picture Association of America, hoy la gente joven no comprende esa clase de valor, el de “poner toda una carrera en peligro por los ideales en los que crees profundamente”, aseveró Valenti.
Un día me encontré con mi padre en un bar. Estaba sólo bebiendo whisky y cerveza. Le dije: ‘¿Sabes papá? Hice una película: Champion, ¿la has visto?’. ‘Sí’, me dijo. ‘¿Y te gustó?’ ‘Sí’. Así terminó la conversación. Todos los hijos buscan la aprobación de sus padres, desean una palmadita en la espalda, y ésa fue la tragedia de mi vida, no haber conseguido eso de mi papá porque él no fue capaz de dármelo.
Romances de Kirk Douglas
Tuvo aventuras con decenas de mujeres increíbles entre las que se encuentran Mia Farrow, Joan Crawford, Rita Hayworth, Faye Dunaway y Marlene Dietrich. Pero fue con la actriz Anne Buydens con quien construyó la relación más sólida.
Se casaron en 1954 y han permanecido juntos desde entonces. “Me enamoré de Anne en París, no paraba de pensar en ella”, contaba el actor sobre su segunda esposa. Un año después de conocerse se desposaron en Las Vegas y tres años más tarde ya tenían dos hijos: Peter y Eric.
“No ha sido fácil”, declaró ella en diversas ocasiones refiriéndose a los múltiples altibajos que tuvo su relación entre infidelidades, accidentes, enfermedades y tragedias (como la pérdida de su hijo menor en 2004 a causa de una sobredosis).
Pero de algún modo lo consiguieron y desde que el actor se retiró de las pantallas en 2005 se dedicaron de lleno a la filantropía, enfocándose en iniciativas en pro de la educación de los niños y en apoyo a personas que padecen Alzheimer.
En la entrega de los Globos de Oro 2018, a los 101 años de edad, en silla de ruedas y con dificultades para hablar, Kirk subió al escenario acompañado por su glamurosa nuera Catherine Zeta-Jones para presentar el Premio a Mejor Guion.
Recibió una ovación como pocas, algo que siempre admitió que le encantaba. “Debo confesar que me gusta la adulación”, dijo en 1975 a Mike Wallace, “por supuesto, me gustaría tener más privacidad, pero imagino que si saliera a la calle un día y nadie me reconociera, no me gustaría la sensación”. Sobra decir que jamás la ha experimentado.
La sombra de Natalie Wood para Kirk Douglas
Mientras en enero de 2018 Kirk Douglas era ovacionado en la ceremonia de los Globos de Oro, en las redes sociales se desataba un torbellino: uno referente a un rumor que asegura que violó a la actriz Natalie Wood en los años 50, cuando ella era una adolescente.
La fuente que recordó el hecho es el blogger “Himmmm” (y que durante un tiempo se creyó que se trataba del actor Robert Downey Jr.). Wood falleció en condiciones sospechosas allá en 1981 (se declaró accidente, pero hoy se asegura que pudo ser asesinada por su marido, el actor Robert Wagner), y debido a eso, la acusación en redes que se considera “un secreto a voces en Hollywood”, jamás podrá ser confirmada. Sin embargo, la duda empañará por siempre la trayectoria del longevo actor.
Cuándo murió Kirk Douglas
De manera similar a los personajes que interpretó, Kirk Douglas sobrevivió a situaciones extremas. En 1991 sufrió un accidente en helicóptero. Dos personas murieron y él sólo tuvo algunas contusiones.
En 1994 padeció una trombosis y en 1996 un derrame cerebral afectó de modo permanente sus habilidades motoras y de lenguaje, Douglas estuvo a punto de recurrir al suicidio. Más tarde escribió un libro sobre cómo superó esa etapa de su vida: My Stroke of Luck.
Por: Mónica Isabel Pérez / Foto: Getty Images