La estadounidense Kitty O´Neil trabajó durante toda su trayectoria para dejar un legado que dicta que la velocidad y la acrobacia no son cosas exclusivas de hombres.
La también conocida como “la mujer más rápida del mundo” fue una deportista, saltadora de trampolín, doble en películas de acción y corredora de autos.
Igualmente, gracias a su habilidad como deportista fue la primera mujer en unirse a Stunts Unlimited, un grupo hollywoodense al que pertenecen los mejores actores y dobles de acción, por ser la doble oficial en cine de las super heroínas La Mujer Maravilla y La Mujer Biónica.
Sin embargo, pese a sus logros y reconocimientos en el mundo del automovilismo y el cine, la vida de O´Neil estuvo marcada por la tragedia.
Las enfermedades de Kitty O’Neil
Desde temprana edad, la salud de Kitty se vio comprometida en diversas ocasiones, pues de acuerdo al registro de Movie Internet Database, desde los cinco meses de edad, O´Neil padeció de diversas enfermedades infantiles, como sarampión, viruela, parotiditis y varicela.
A raíz de los padecimientos sufridos durante sus primeros meses de vida, la también piloto perdió la audición, viviendo con la condición de sordera el resto de su vida. Sin embargo, gracias a que su madre le enseñó a leer los labios y comunicarse, la trayectoria de O´Neil pudo seguir con normalidad hasta el punto de volverse una mujer destacada.
Posteriormente, según se ha registrado en diversas biografías de la deportista, durante 1964 contrajo meningitis, en un periodo donde se encontraba entrenando para los Juegos Olímpicos de Tokio 64. Esta enfermedad provocó que Kitty perdiera su plaza para competir en la categoría de salto.
Acercándose al final de su vida, de acuerdo a un documental sobre la vida de Kitty O´Neil realizado por un canal de televisión sobre historia, la acróbata padeció cáncer.
Finalmente, el padecimiento que acabó con su vida fue la Enfermedad Pulmonar Obstructiva, la cual a los 72 años de edad terminó con la vida de la mujer que logró el récord de velocidad femenino en tierra, a bordo de un triciclo a reacción diseñado por Bill Fredrick.