Si las pinturas hablaran… tendríamos historias eternamente. Por ejemplo, están las escalofriantes teorías detrás de La joven de la perla, así como la escalofriante historia detrás de ‘Saturno devorando a un hijo’ y otras ‘Pinturas Negras’ de Francisco de Goya.
Pues si te interesa saber más del trasfondo de las pinturas a nivel global, en esta ocasión tenemos la historia de ‘Encuentro en las escaleras de la torreta’, el relato de amor imposible entre Hellelil and Hildebrand.
‘Hellelil and Hildebrand, the Meeting on the Turret Stairs’
El nombre completo de la obra es Hellelil and Hildebrand, the Meeting on the Turret Stairs, una pintura de 1864 creada por el artista irlandés Frederic William Burton.
Frederic se basó en una balada medieval danesa de 1855 del amor imposible entre la noble Hellelil y su guardaespaldas, Hildebrand. Dicha pintura es un reflejo de ambos sumergidos en un momento de intimidad y nostalgia parados en una escalera, con Hellelil denotando aflicción mientras Hildebrand le besa el brazo.
La impresionante pintura de Hellelil y Hildebrand
Uno de los rasgos más impresionantes de esta obra —que mide un metro— es que está hecha enteramente con acuarela. Se dice que Burton no toleraba el olor del óleo —pero más que la pintura, probablemente no toleraba el olor del disolvente.
Es una imagen hiperreal gracias a la minuciosa técnica y al uso de brochas extra delgadas; cada detalle es una exquisita exposición del manejo que tenía el pintor con una técnica tan compleja.
La historia del amor imposible entre Hellelil and Hildebrand
Hellelil era una figura de la nobleza de alto rango, por lo que su papá le asignó 12 guardaespaldas que la cuidaran, según la balada medieval escrita por Whitley Stokes —en el poema dice, “mi padre me dio una guardia gloriosa: doce nobles caballeros fueron mi guardia y tutela”.
Hildebrand era un príncipe, y la noble cayó rendida de amor por él. Pero claro, el sentimiento fue mutuo. Cuando el padre se entera del romance, mandó a los 7 hermanos de Hellelil a matarlo.
El momento captado por el pintor no aparece en el poema, pero es la interpretación de Frederic es la última vez que Hellelil y Hildebrand se encuentran, antes de irse a la batalla por la vida. Así pues, los enamorados coinciden en las escaleras y se envuelven en un intento de despedida.
Hildebrand combate a los hermanos de su amada y mata a seis de ellos a pesar de que termina terriblemente herido. Cuando está a punto de matar al más pequeño, Hellelil interviene y le pide que lo deje vivir —‘Lord Hildebrand, por el querido amor de Dios, ahora sostén tu mano’, le exclama Hellelil—.
Hildebrand escucha sus plegarias y muere a causa de las ocho heridas que tenía en el cuerpo. Hellelil está condenada a no poder contar su historia de amor, así que conociendo bien el futuro que le deparaba, decide alzar la voz y muere, también por la tristeza de perder a su amado.
Desafortunadamente los incondicionales del arte medieval no pueden apreciar esta pintura porque, al ser de acuarela, no resiste la exposición a la luz. Así que la guardan en un gabinete especial y años atrás lo abrían solo por una hora, cuatro días a la semana.
Sin mucha explicación, en 2012 la nombraron la pintura favorita de Irlanda. Si quieres saber más datos curiosos, aquí te explican quién es el joven misterioso que aparece en casi todas las pinturas de Caravaggio.