Tania Rincón y su esposo Daniel Pérez están atravesando una separación, misma que compartieron a través de redes sociales. “Esta decisión la tomamos desde nuestro profundo amor y entendiendo que siempre nos tendremos el uno al otro. Tenemos y seguiremos formando una hermosa familia. Agradecemos el cariño y apoyo de nuestra familia y amigos en este momento de transición”, fueron las palabras que la conductora puso en Instagram.
Pero tal como menciona, seguirá formando una familia al lado de separación que nadie esperaba de Erik Rubín y Andrea Legarreta.
Tania Rincón habla de la histerectomía sin tapujos
La histerectomía es la extripación completa de la matriz, y cuando una mujer se la realiza deja de tener menstruación y no se puede someter a un embarazo. Informes médicos han revelado que después de hacerse una histerectomía, las mujeres pueden presentar trastornos depresivos o ansiosos, donde el post-operatorio reporta hasta un 84% de depresión y 92% para ansiedad. Este tema, que es de clara importancia, rara vez es hablado.
Pero Tania Rincón se sinceró sobre atravesar una histerectomía en el programa Hoy, revelando que fue una decisión difícil por el hecho de ya no poder tener hijos —pero que sí había hablado con su esposo que ya no tendrían más niños, aunque el proceso de sanación emocional fue complejo.
“Después de tener a Amelia, yo tenía el dispositivo intrauterino y en teoría con este dispositivo no debes tener tu periodo en cinco años”, relató, añadiendo que descubrieron que tenía un mioma. Cuando el mioma creció y ya había nacido Amelia sin complicaciones, tomaron la decisión de quitar la matriz. “He visto los beneficios de esta cirugía. Yo antes estaba más inflamada, incluso cuando salí del quirófano sentí menos inflamación. Ahora puedo decir que estoy muy contenta y finalmente pues ya tengo dos hijos y tengo que ver por mí, pero también por que mis hijos estén bien”.
La doctora en psicología Estela Durán les acompañó en el programa y explicó que esta cirugía puede conllevar a escenarios mentales desgastantes. “Te tienes que esperar un poco para ver cómo procesas esta información en ti; si llegaras a tener ideas que te ponen muy triste puede derivar a depresión, porque al final del día lo podrías entender como una pérdida, casi a la pérdida de un bebé”.
“Si en un momento dado, tu capacidad de resiliencia —que es la capacidad emocional de recuperarte— no es tan fuerte, sí tendrías que ponerte en manos de un especialista para ver qué significa para ti el duelo de esta pérdida de no poder continuar a lo mejor haciendo la familia más grande de esta manera [embarazo]”.