El 6 de febrero de este año, un terremoto de 7.8 grados sacudió de forma impensable a Siria y Turquía, convirtiéndose en uno de los desastres más devastadores de los últimos años.
A poco más de una semana del suceso, las brigadas de rescate siguen trabajando y aunque el panorama es desolador, algunas historias han dado esperanza por lo increíbles y milagrosas que resultan. La BBC publicó el testimonio de Necla Camuz, una mujer que fue rescatada después de pasar casi 4 días bajo los escombros, junto a su bebé.
En la publicación se menciona que Necla había dado a luz a su hijo 10 días antes y que vivía con su familia en el segundo piso de un edificio que parecía seguro. Nunca imaginaron que terminarían en un escenario completamente destruido.
“Cuando comenzó el temblor, quería ir donde mi esposo, en la otra habitación y él quería hacer lo mismo. Pero cuando trató de venir hacia mí con nuestro otro hijo, el armario se les cayó encima y les fue imposible moverse. A medida que el terremoto se hacía más grande, la pared se cayó, la habitación se zarandeaba y el edificio iba cambiando de posición. Cuando paró, no me di cuenta de que había caído un piso hacia abajo. Grité los nombres de mi hijo y mi esposo pero no hubo respuesta”.
Necla y su bebé, al que llamó Yagiz, estuvieron más de 90 horas “enterrados”. Un armario que cayó junto a ellos, los salvó de ser aplastados por una losa. Día con día luchó por sobrevivir sin poder hacer movimientos bruscos por temor a que algo malo sucediera. Tener a su bebé en brazos le dio la fuerza necesaria para no rendirse, pudo amamantarlo en un espacio verdaderamente reducido hasta que llegaron a rescatarlos.
Tras casi 4 días de angustia, desesperación y lucha por sobrevivir, rescatistas los encontraron y llevaron al hospital. Sorprendentemente tanto Necla como Yagiz no presentaron heridas de gravedad.
“Creo que si mi bebé no hubiera sido lo suficientemente fuerte para manejar esto, yo tampoco habría podido. Estoy muy feliz de que sea un recién nacido. No recordará nada”, comentó.