La vida de los Romanov es un parteaguas en la Historia, y cualquier interesado en la historia de esta familia tiene múltiples crónicas por leer. Las hijas del zar son, quizá, uno de los personajes que más vale la pena explorar —tenemos como ejemplo las inéditas y nostálgicas cartas que Anastasia Romanov le escribió a su papá—; pero más allá de la famosa gran duquesa que inspiró a la famosa película de la 20th Century, tenemos a su hermana, Tatiana Romanov. La segunda hija de Nicolás II y Alejandra Fiodorovna tuvo una de las historias de amor más particulares y desconocidas a pesar de su corta edad.
¿Quién fue Tatiana Romanov?
Tatiana Nikolaevna de Rusia fue la segunda hija de los zares Rusia, nacida el 17 de julio de 1897. A Tatiana la conocían como ‘la gobernadora’ por sus aptitudes dominantes y maternales, además de que la consideraban ‘la más hermosa de todas las hermanas’ —era alta, esbelta y sofisticada, con cabello castaño oscuro, ojos grises y facciones finas.
En el libro The Life and Tragedy of Alexandra Feodorovna, el capítulo The Empress and her Family rescata un extracto de lo que la dama de alcoba de Tatiana, la baronesa Sophie Buxhoeveden, pensaba sobre ella: “para mí, Tatiana era la más bonita de sus hermanas. Era más alta que su madre, pero también tan delgada y bien proporcionada que su altura no le restaba belleza. Tenía rasgos hermosos y regulares, y se parecía a algunas de las bellezas famosas entre sus parientes reales, cuyos retratos familiares decoraban las paredes del palacio. Tenía cabello oscuro, tez bastante pálida y ojos marrones claros muy separados, que le daba una poética mirada lejana”.
Sophie Buxhoeveden, quien escribió el libro citado, añadió que ‘Tatiana era la más cercana a su mamá, y definitivamente la favorita de sus padres’. También confirmó a que a la joven Romanov le apasionaba la moda —”sabía cómo vestirse y por eso era admirada”—, que era religiosa y la más social de sus hermanas, y que no le gustaba usar su título de alteza real.
También estuvo presente en el escándalo entre Rasputín y su mamá, y según The Romanovs: Love, Power, and Tragedy anotó algunas citas del polémico místico ruso: “el amor es la luz y no tiene fin. El amor es un gran sufrimiento. No te deja comer, no te deja dormir. Está mezclado en partes iguales. Y aún así, es mejor amar”.
La historia de amor de Dimitri Malama y Tatiana Romanov
Todo inició cuando Tatiana le pidió a su mamá ser enfermera y cuidar a los soldados de la Primera Guerra Mundial. Poco imaginaría que terminaría enamorada de uno en particular, Dimitri Malama (pronunciado y escrito como Dmitri). Dmitri era un oficial de la caballería imperial rusa herido que había recibido un premio por su valentía.
Cuando Dimitri ingresó al hospital y Tatiana fue su enfermera , hubo un flechazo instantáneo. Después el joven trabajó para el zar en el palacio Tsarskoye Selo. El soldado le regaló un bulldog francés a su amada de nombre Ortipo —la gran duquesa tuvo que escribirle una carta a su mamá excusándose de traer una mascota a la casa, “estaba tan encantada con la idea que olvidé avisarte”—; cuando Ortipo murió, Dimitri le regaló otro cachorro igual.
Los jóvenes enamorados cautivaron tanto a la zarina, que le escribió una carta a su esposo, aún sabiendo bien que sus hijas solamente podían casarse con príncipes extranjeros por cuestiones de interés político. “[Dimitri] luce más próspero como hombre, siendo un adorable niño aún. Debo admitir lo buen yerno que habría sido —¡por qué los príncipes extranjeros no son así de buenos!”.
Desafortunadamente el final fue trágico para estos preadolescentes enamorados. Los Romanov fueron asesinados por los bolcheviques en 1918 y a Dimitri lo mandaron a pelear con la Armada Blanca. Cuando se enteró de que Tatiana había muerto, perdió las esperanzas en seguir viviendo. Se dejó morir en el campo de batalla en 1919. Hay quienes dicen que, de haber insistido, habrían permitido que los dos se casaran —a final de cuentas, Tatiana era la favorita de su mamá.
Originalmente publicado el 07/02/2023