La historia de María José de Bélgica, la última reina de Italia, es una de las más fascinantes de la Segunda Guerra Mundial. No sólo trató de ayudar a su pueblo durante el conflicto, también se enfrentó a Mussolini y Hitler, a pesar de que su esposo los apoyaba.
María José de Bélgica, la última reina de Italia
Nació en Ostende, Bélgica, el 4 de agosto de 1906, y fue bautizada con el nombre de Marie-José Charlotte Sophie Amélie Henriette Gabrielle. Durante su infancia fue enviada a estudiar en un internado en Inglaterra, para protegerla de la Primera Guerra Mundial, fue entonces cuando comprendió su deber y compromiso con su pueblo.
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María José se convirtió en una mujer hermosa, de una fuerte personalidad, inteligente y con un profundo gusto por el arte. En el año de 1929 llegó a la corte de los Saboya para contraer matrimonio con Umberto de Italia, príncipe del Piamonte y heredero al trono italiano.
Fue un matrimonio arreglado y sin amor, la boda se celebró en la Capilla Paulina del Palacio del Quirinal, en Roma, el 8 de enero de 1930.
Su matrimonio resulto un fracaso desde el principio, María-José era una princesa culta, de ideas liberales, mientras que Umberto había recibido una educación estrictamente militar.
En 1934, nació su primera hija, Maria Pia. Después llegaron Victor Manuel, el heredero, Maria Gabriela, que fue novia de Juventud del rey Juan Carlos, y María Beatriz.
Cómo enfrentó María José de Bélgica a Mussolini
Cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial, la princesa empezó a reunirse con destacados intelectuales antifascistas y trató de negociar un tratado de paz con Estados Unidos, a espaldas de los Saboya, para derrocar a Mussolini.
María José no entendía por que los Saboya se inclinaban ante Benito Mussolini y mostró su rechazó hacia el dictador desde el día en que lo conoció.
Mientras que la princesa consideraba al dictador un bufón peligroso, el rey Victor Manuel III y su esposo Umberto, no dudaban en complacer sus deseos, incapaces de ver el peligro que significaba para el pueblo, y para ellos mismos.
Mussolini empezó a odiar a la nueva princesa y hacía que la prensa publicara calumnias sobre ella. Mientras tanto, María José se puso en contacto con los opositores al régimen y con la resistencia, a quien entregó dinero y armas.
La última reina de Italia contra Hitler
Tras la invasión Nazi a Bélgica, María José intentó también ayudar a su familia. Solicitó una reunión con Hitler para exigirle que respetara a su hermano, el rey Leopoldo III, quien se encontraba encarcelado en uno de sus castillos.
A pesar de haber quedado impresionado con su belleza, Hitler se negó a hacer caso a sus peticiones, La llamó: “la verdadera princesa Aria”, y expresó sobre sus ojos: “eran como el cielo de Alemania”.
María José detestaba a Hitler y aseguró que de haber tenido un arma durante su entrevista, le habría disparado.
El fin de la monarquía de Italia
Tras el golpe de Estado que derrocó a Mussolini, en abril de 1945, la familia real, que se había exiliado en Suiza, volvió a Italia.
María José subió al trono italiano junto a Umberto; sin embargo, fue considerada la reina de mayo, pues su estancia en el trono duró apenas 35 días durante aquel mes.
La monarquía fue abolida en 2 de junio de 1946 en Italia, y la pareja real partió al exilio hacia Portugal. Poco tiempo desosé se separaron y María José se marchó a Suiza con sus hijos.
María José falleció en Ginebra, a los 94 años, en 2001. En sus últimos años se dedicó al arte y a la música y creó una fundación para músicos con talento. Nunca regresó a Italia, ni siquiera para ser enterrada.
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