El altar del Día de Muertos. ¿Conoces de dónde proviene esta tradición 100 por ciento mexicana y los elementos que contiene? Mientras que en algunos países del mundo se festeja el fiesta de disfraces y los niños suelen pedir dulces o hacer bromas, en México, la celebración principal es el Día de Muertos.
La tradición del Día de Muertis nació en este país desde tiempos prehispánicos, y poco a poco se ha visto mezclada con otras celebraciones importadas, como el Halloween estadounidense —además de estar pegados en el calendario.
Cuándo se pone el altar del Día de Muertos y cuándo se debe quitar
Puedes armar la ofrenda del Día de Muertos desde el 28 de octubre; el 1 de noviembre es el día en que ‘los difuntos visitan las casas’, para amanecer al 2 de noviembre. El 3 de noviembre puede retirarse la ofrenda, ya que los difuntos regresaron a su descanso.
Día de Muertos, la Muerte y su importancia en México
En México, la muerte es un personaje que forma una parte importante de su cultura y se representa de varias formas —desde diosa, protagonista de cuentos y leyendas, películas, personaje crítico de la sociedad, hasta invitada sonriente a las mesas de los hogares.
Y para honrar a los difuntos no puede faltar el tradicional altar o la ofrenda, que es la representación iconoplástica de la visión que se tiene sobre la muerte y de cómo en la alegoría conduce a distintos significados y los plasma en forma armónica.
Elementos de un altar de muertos y su significado
El altar del Día de Muertos debe de constar de siete niveles o escalones que representan los pasos que debe cubrir el alma de un muerto para poder descansar, sin embargo, generalmente se retoman tres o cuatro principales (la decisión está en la persona que lo realiza).
Santo, muerto y sal: En el primer escalón se pone la foto del santo o virgen de la devoción, para bendecir el altar; el segundo está dedicado a las ánimas del purgatorio, mientras que el tercero se pone la sal para los niños del purgatorio, según información de la Universidad Veracruzana.
Pan de muerto, comida y cruz: En el cuarto nivel se coloca el llamado pan de muerto, el cual es adornado con azúcar; en el quinto se pone la comida y la fruta que fueron los preferidos por el difunto; en el sexto, la foto del difunto y a quien se dedica el altar, mientras que en el último se coloca una cruz o un rosario.
El arco de entrada: La ofrenda o altar alberga un arco hecho de carrizo, palmilla o fierro el cual es decorado con flores que simbolizan la puerta de entrada al mundo de los muertos; acoge también flores, las cuales son la bienvenida para el alma, la flor blanca representa el cielo; flor amarilla, la tierra, y la morada el luto.
Velas y papel picado: Las velas con sus llamas representan la ascensión del espíritu; también significan luz, guía del camino; las cadenas de papel morado y amarillo significan la unión entre la vida y la muerte. Otro de los elementos es el papel picado que da colorido y hace alusión a la alegría de vivir.
Cirio y frutas: El cirio representa el alma sola; el incienso de copal cuyo humo simboliza el paso de la vida a la muerte; las frutas son la ofrenda que nos brinda la naturaleza, generalmente son cañas de azúcar, naranjas, tejocotes, plátanos, guayabas y jícamas.
Calaveritas de azúcar y comida: Como en toda ofrenda, no pueden faltar las calaveras de azúcar que son una costumbre indígena; el agua que da vida y energía para el camino; los platillos con las que se trata de agradar al difunto compartiendo los alimentos que en vida degustaba.
Difunto y objetos personales: También se pone la fotografía de la persona a quien se dedica el tributo; un Cristo para que haya bendiciones; sal para que el cuerpo no se corrompa y para protección de malos espíritus; también objetos personales del difunto como su ropa, con la finalidad de que el espíritu pueda recordar los momentos de su vida. En el caso de los niños, se emplean sus juguetes preferidos.
En algunos casos se colocan bebidas alcohólicas como tequila, rompope y pulque servidos en recipientes de barro, utilizados para mantener un enfoque tradicional.
Adornos extra: Como toque personal, se colocan infinidad de adornos alusivos a la muerte, los cuales han surgido del arte popular mexicano como figuras con cuadros de entierros, velorios o cementerios, o representando escenas de la vida cotidiana con esqueletos como personajes realizados en alfeñique, cartonería, madera, barro o yeso.
Elementos de la naturaleza para el altar del Día de Muertos
En los niveles se debe tener en cuenta incluir los cuatro elementos de la naturaleza:
Fuego: representado comúnmente mediante velas y objetos flamables. Es la luz que lleva de vuelta a casa.
Agua: normalmente el agua se coloca para calmar la sed del espíritu.
Aire: representado por el papel picado.
Tierra: se representa con semillas y granos, sin embargo, en la actualidad es representado por el aserrín pintado. Para muchos, significa la famosa frase: “Polvo eres y en polvo te convertirás”
Y de esta forma, la muerte, en este sentido, no se entiende como una ausencia ni como una falta; por el contrario, se concibe como una nueva etapa: el muerto viene, camina y observa el altar, percibe, huele, prueba, escucha. No se trata de un ser ajeno, sino de una presencia viva que años tras año alegra con su visita.
El Día de Muertos se ha convertido en una fiesta muy popular en otras latitudes y, por ejemplo, está teniendo gran importancia en Estados Unidos, gracias a la gran comunidad de origen mexicano que ahí reside (Google, por ejemplo, dedica su logotipo a esta fiesta, mostrando el tradicional papel picado de colores).
* Con información de la Universidad de Veracruz, EFE y Notimex / Nota actualizada al 2021.