Ana de Armas recuerda con cariño haber ahorrado alrededor de 200 euros como fruto de sus primeros trabajos de actuación en su natal Cuba, y tan sólo días después de su cumpleaños 18 los usó para mudarse a Europa.
CAMBIANDO DE AIRES
No tenía familia en Estados Unidos como otros cubanos, así que ese país nunca fue una opción; sin embargo, llegó a España en 2006 gracias a que sus abuelos nacieron ahí y pudo pedir un pasaporte.
Ella conocía bien las limitaciones de su nación en términos de producción. “No salí de Cuba para ganar más dinero o vivir una vida mejor, me fui para crecer como artista e involucrarme en proyectos más interesantes”, confesó en un encuentro para la plataforma online de los Golden Globe Awards. Llegó a buen puerto, y es que semanas después de mudarse obtuvo un papel en El internado, una serie de TV que se convirtió en un éxito.
UN NUEVO MODELO 007
Aun cuando hubo hermetismo sobre la vigésima quinta película de la saga de James Bond y su estreno se retrasó por más de un año debido a la pandemia, pronto veremos en cine a Ana de Armas interpretando a Paloma en Sin tiempo para morir.
Se sabe que el rol de la chica Bond tuvo cambios tras el movimiento #MeToo, y por primera vez en su historia mostrará una mirada feminista. Paloma no es una damisela en peligro, sino una nueva agente de la CIA sin experiencia, un rasgo creado para que pudiera imprimirle un poco de humor.
“Es un personaje complejo, en definitiva es algo que no hemos visto en ninguna otra chica Bond. Es divertida, activa y temeraria”, compartió a Harper’s Bazaar.
En el pasado, las chicas Bond habían sido sexualizadas y la cubana jamás se identificó con ellas, no obstante, espera cambiar ese estereotipo. Después de todo, las películas son una representación de su tiempo y la franquicia debe evolucionar para adaptarse a una cultura en busca de equidad.
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