¿Quieres atacar los signos de la edad pero le temes a la cirugía? Tienes que conocer estos tratamientos

Tenerle miedo a una cirugía estética es común y antes era sinónimo de quedarse fuera de poder realizarse una ‘arregladita’ en el rostro. 

Pero por fortuna, la ciencia y la tecnología han permitido que esto cambie y han puesto a nuestro alcance una serie de procedimientos que, además de que mantienen al bisturí alejado, permiten lograr notables cambios en nuestra piel, permitiendo que recupere su elasticidad, brillo y aspecto juvenil. 

México, de acuerdo con la International Society of Aesthetic Plastic Surgery, es el tercer lugar –después de Estados Unidos y Brasil– en realizar procedimientos estéticos, ya sea quirúrgicos o no quirúrgicos, al representar 4.5% de los procedimientos totales a nivel mundial. 

Si eres una de esas personas que le tiene miedo a las cirugías plásticas, llegaste al lugar correcto, porque te vamos a contar de varias técnicas no invasivas –o mínimamente– que te pueden ayudar a disminuir los estragos de la edad y a lucir la piel que siempre has querido tener.

 

Lifting sin cirugía

Se trata de un ultrasonido micro focalizado con visualización en tiempo real. Este tratamiento es único en su tipo por la manera tan profunda en la que trabaja y porque es la única técnica no invasiva que está aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) y las autoridades sanitarias de México. 

A través de la aplicación de un ultrasonido micro focalizado a tres niveles de la dermis, provoca que, con el tiempo, el colágeno se regenere y eso le dé un aspecto rejuvenecido a la piel. 

Este tratamiento es, a diferencia de otros, no invasivo, es decir, que en su aplicación no involucra ningún instrumento que rompa o penetre físicamente la piel. Puede usarse para el levantamiento de la cara, cuello, cejas, barbilla y escote. 

Pero, ¿cómo funciona? El equipo que se utiliza le permite visualizar a los médicos las capas de tejido que van a tratar, lo cual permite que el tratamiento llegue a donde tiene que llegar. 

“Aumentamos la temperatura a 65 y 75 grados centígrados a través del ultrasonido micro focalizado dirigido hacia diferentes niveles de la piel, para conseguir la producción de nuevo colágeno. Los resultados son muy naturales y en la parte externa de la piel no va a haber lesiones como ocurre con los láseres”, explica María Eugenia Carvajal, dermatóloga y directora general del centro dermatológico Mecderma

Además, el efecto de este tratamiento es bastante duradero, puede alcanzar hasta tres años. En cuanto a los resultados, estos se ven a partir del segundo o tercer mes, que es cuando tu colágeno se sustituirá por uno nuevo, permitiendo que tu piel se vea rejuvenecida. De hecho, sus resultados pueden ser comparados a los de una cirugía plástica, sostiene la especialista. 

Quienes aplican este tratamiento son médicos certificados, así que la recomendación es justamente que te fijes que el especialista al que acudas tenga la certificación necesaria para impartir este tratamiento. Lo que él hará será hacerte un análisis clínico a profundidad para evaluar que seas candidato a este procedimiento. 

¿Hay algún riesgo por realizarse este tratamiento? En realidad no. “En los años que tenemos trabajando el equipo no hemos tenido ninguna complicación ni riesgo. Si se escoge bien al paciente no hay ningún problema, en la piel no va a pasar nada, no es como los láseres que causan la dermoexfoliación y tardan un tiempo en recuperarse, y quedan con pigmentación residual, aquí no”, explica la dermatóloga.

En lo que sí te tienes que fijar es que, además de que el doctor esté certificado, te hagan un examen médico exhaustivo para descartar ciertas enfermedades y condiciones -como diabetes o difícil coagulación– que evitarían que fueses candidata al tratamiento, además de validar que el equipo sea original, ya que existen muchos copycats en el mercado.

 

Los inyectables más hot

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Foto: Getty Images

Los tratamientos de los que hablaremos a continuación se aplican a través de una jeringa –pero prácticamente con un dolor mínimo– y aunque cada uno se utiliza para distintas zonas del rostro y con distintos propósitos, los tres son tratamientos que no conllevan riesgo, según explica el Dr. Mauricio Zamora, especialista en medicina estética y director de la clínica Ownskin

“Tenemos un bioestimulador de colágeno y un ácido hialurónico. Estos tratamientos son temporales. No son polímeros, son sustancias que tenemos habitualmente en la piel, y que, debido a su composición, se colocan en distintas partes del rostro. Son tratamientos muy seguros y al alcance de todos”, explica el Dr. Zamora.

En lo que se refiere a la toxina botulínica que utilizamos, es la más pura en el mercado y se inyecta en las arrugas con el objetivo de relajar el músculo y mejorar su apariencia de manera instantánea. Es un tratamiento que igualmente tampoco implica riesgo y que deja un aspecto muy natural. “Su duración es de cuatro a seis meses, no es dañino y se puede estar aplicando constantemente”, asegura el especialista.  

En el caso del bioestimulador de colágeno, mejora la superficie a tratar desde la primera sesión debido a que crea una red de proteínas estructurales más densas y colágeno, lo cual permite que el rostro recupere su estructura perdida y una mejora en la calidad de la piel.

Este bioestimulador es ideal para personas jóvenes, ya que también puede utilizarse para tratamientos focales como pómulo, mandíbula y mentón, es decir, se usa para mejorar estas áreas y prevenir la flacidez futura.

Por su parte, tenemos un ácido hialurónico de alta calidad y tecnología única que igualmente puede ser utilizado para crear un efecto inmediato de lifting y que rellena de manera inmediata las líneas de expresión, por ejemplo en las ojeras.  

“El tratamiento con este producto es totalmente seguro porque es biodegradable, biocompatible, por lo que no causa alergias. Es una sustancia que tenemos normalmente en la piel entonces es totalmente seguro, es un relleno temporal, no permanente, que a los meses se va desintegrando y deja una mejora en la piel”, explica el especialista. 

Todos estos tratamientos son seguros y mínimamente invasivos. Y si antes eran las personas mayores las que buscaban el tratamiento estético, hoy son cada vez más jóvenes los que buscan prevenir las huellas de la edad y mejorar la calidad de la piel. 

“Esta tecnología es demasiado revolucionaria porque hoy la gente no se quiere someter a un quirófano ni sufrir incapacidad y quiere tener un resultado rápido, confiable y seguro”, concluye el Dr. Zamora.

 

¿Te animarías a probar alguno?