Inglaterra tiene una relación estrecha con lo fantasmal, lo sobrenatural y lo siniestro. Ejemplo de ello es su gran tradición de literatura de terror, o la gran popularidad de las leyendas ligadas a fantasmas, espectros y otros seres provenientes del más allá.
Dentro de esta tradición espectral, también debemos incluir a la Familia Real Británica, misma que ha estado relacionada en más de una ocasión a acontecimientos cercanos a lo sobrenatural, extraño y aterrador. Las siguientes historias que presentaremos para ilustrar lo anterior, pertenecen al terreno de la leyenda urbana, por lo tanto, no podemos considerarlas como verdaderas.
Pese a ello no deja de ser intrigante cómo la monarquía también está ligada al ámbito oscuro de la vida cotidiana. Sus costumbres, ideas y modo de vida han servido para alimentar el fuego de la imaginación.
Canibalismo en la Familia Real Británica
Durante varios siglos, la familia real ha sido ligada a actos de canibalismo entre muchas de sus generaciones. Pero la historia más perturbadora al respecto es la que dice que la reina Isabel se alimenta supuestamente de carne humana para prolongar su vida.
Un filósofo cultural llamado Hubert Humdinger escribió en un artículo para la revista We Royalty en 1973, que la reina Isabel “Debe comer carne humana para ser tan vivaz. Hay una inmensa cantidad de energía espiritual en el músculo humano”.
En concreto se habla de que la mandataria consume una sustancia llamada adrenocromo, misma que le ayuda a tener energía y buena salud. Esta droga supuestamente se extrae de las glándulas suprarrenales de las personas cuando están bajo un miedo terrible o agonizando.
Diversos teóricos de la conspiración aseguran que la misma reina es dueña de una especie de culto que se dedica a raptar niños en Canadá. El propósito de estos raptos sería precisamente que los menores sirvan como alimento de la reina y otras mujeres y hombres de poder.
Otro de los rumores que corre en torno a la reina Isabel II es que supuestamente pertenece a la raza de los reptilianos.
Prácticas de magia negra
La monarquía británica también fue ligada a la práctica habitual de magia negra, en especial durante el siglo XVIII. Algunos historiadores afirman que las ideas y costumbres de practicar magia negra provinieron de Alemania tras el ascenso de la Casa de Hannover en 1714.
Para finales del siglo XVIII, se cree que las prácticas de magia negra ya eran habituales entre diversos miembros de la Familia Real Británica. Asimismo, textos de magia negra, como el La llave del infierno (o Clavis Inferni), libro de finales del siglo XVIII, fueron muy populares en los círculos reales británicos.
Fantasmas en el castillo de Windsor
El castillo de Windsor, uno de los edificios más emblemáticos que pertenecen a la Familia Real Británica, guarda oscuros secretos, muchos de ellos relacionados a espectros y aparecidos. Entre los diversos fantasmas que supuestamente habitan esta fortaleza se encuentran los de Ana Bolena e Isabel I.
También se habla de otros espectros más siniestros como el de un niño al que se escucha gritar “hoy no quiero ir a montar a caballo”, y el de un ser demoníaco con cuernos de ciervo del que se dice que trae la muerte y la enfermedad a aquellos que tienen la desgracia de verlo, especialmente a la familia real.
El príncipe Carlos desciende de un personaje siniestro
Algunos registros genealógicos afirman que el príncipe Carlos es descendiente del príncipe rumano del siglo XV, Vlad el Empalador, el personaje que inspiró la novela de Bram Stoker de 1897, Drácula. Vlad Tepes, nombre real de este personaje, solía clavar a sus víctimas en estacas (de ahí su siniestro apodo). También se dice que gustaba remojar sus alimentos en la sangre de sus víctimas y contemplar mientras éstas agonizaban en las estacas.
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