La flor de cempasúchil es un elemento infaltable en las ofrendas y altares de Día de Muertos, y uno de los ingredientes principales en la elaboración de platillos tradicionales de temporada como la sopa o el mole de cempasúchil, recetas que nacieron en Malinalco, Estado de México.
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Sopa y mole de flor de cempasúchil
La flor de cempasúchil se ha convertido en ícono cultural del tradicional Día de Muertos pero, ¿te imaginas probarla en exquisitos platillos? En Malinalco es posible disfrutar de este único y peculiar sabor, gracias a dos talentosos chefs que lograron fusionar la mezcla de sabores, para conseguir los deliciosos platillos que ya son una tradición de la temporada de Día de Muertos en el municipio del Estado de México.
Juan Manuel Chávez y Carlos Ovalles, son los chefs responsables de las recetas que nacieron en la cocina de su restaurante, Mestizo, para rendir tributo al Pueblo Mágico.
“La idea fue posicionar un platillo que marque una nueva tendencia de Malinalco y es el mole de fiesta y la sopa de cempasúchil”.
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Sopa de flor de cempasúchil
Para la sopa de flor de cempasúchil, los chefs crearon un caudillo de tomates amarillos criollos, chiles manzanos desvenados, con un toque de pimientos amarillos y naranjas.
Este delicioso caldo se acompaña con tiras fritas de tortilla de maíz azul y trozos de queso de rancho.
La flor de cempasúchil siempre ha pertenecido a las flores comestibles, pero se dejó de consumir en la cocina por el uso de fertilizantes y otros químicos.
Sin embargo, en la cocina de Mestizo, la flor de cempasúchil se cultiva sin fertilizantes u otro tipo de insecticidas, para mantenerlas libres de químicos, y así poderla cocinar.
Antes de utilizarlas en la elaboración de los platillos, las flores se lavan y desinfectan, y a los pétalos se les quita la base o el botón donde se producen las semillas.
Los pétalos se utilizan en crudo, porque si se hierven, se marchitan y adquieren un sabor amargo muy intenso, por eso es mejor utilizarlos frescos.
Los pétalos de la flor de cempasúchil que sobraron, no se desperdician. Ellos los deshidratan al sol y los guardan en empaques sellados. Para utilizarlos, solo tienen que hidratarlos de nuevo.
